Hoy con Leleman venía pensando en… el futuro del Valencia. Que se llama Bordalás. Aunque he de reconocer que el cuerpo me pide pensar en lo que pasó anoche en la final de la UEFA Europa League.
Me pide el cuerpo pensar en todos esos futbolistas que fueron campeones de copa hace solo dos años con el Valencia y que regalaron el verano pasado. Me pide el cuerpo pensar en que Coquelin y Parejo han sido campeones de UEFA con el Villarreal, Ferran de la Premier y con posibilidad de serlo de la Champions, Kondogbia de la Liga o Marcelino de la Supercopa. Pero eso ya es pasado. Representa lo que fuimos y lo que pudimos ser. Por eso prefiero olvidarlo y pensar en el futuro.
El futuro es un entrenador como Bordalás que tiene que devolver esas señas de identidad al Valencia. El futuro es un entrenador que tiene que conseguir que el Valencia vuelva a ser un equipo intenso, comprometido y reconocible. El futuro es un entrenador que tiene que exprimir al máximo lo que le den, que no será mucho, pero tampoco es que en el Getafe tuviera grandes estrellas a su alrededor. El futuro es un entrenador que tiene que devolver al Valencia al lugar que ocupó no hace tanto tiempo, el de los puestos europeos. Esos son los retos de Bordalás. Esos son sus objetivos. Y a él nos encomendamos para conseguirlos.
