Hoy con Leleman venía pensando en... José Luis Morales
Os lo he dicho alguna vez. Conozco personalmente al comandante. Y es de esos pocos futbolistas que te cruzas en el camino y que vale la pena conocer como persona. Alejado de la tontería, la superficialidad y el postureo del mundo del fútbol, es una persona normal, sencilla, como tu y como yo y a la que el éxito nunca se ha subido a la cabeza. Y su deseo, su único deseo era este: quedarse en el Levante y terminar ahí su carrera futbolística.
Libre de contrato, con la calidad que tiene y el temporadon que está haciendo seguro
que podría haber conseguido un mejor contrato en otro sitio y haberse embolsado una suculenta cantidad de dinero como prima de fichaje. Pero todo eso, a él le importaba poco o nada si el Levante le valoraba como se merece. El quería ser feliz aquí, en su equipo al que lleva tatuado a fuego en el corazón. Y lo ha conseguido.
Yo me alegro. Mucho. Primero porque alguien como él merece todo lo bueno que le pase. Segundo porque ese amor que profesa hacia esta tierra y su Levante se ha demostrado una vez más que es inquebrantable. Y tercero porque ver sonreír a un amigo es incluso mejor que hacerlo tu mismo.
Así que enhorabuena a Jose y al Levante. Al primero por ser como es y por representar como persona todos esos valores que representa. Al segundo por conseguir que un futbolista de la calidad de Morales siga brindando sus servicios a la entidad granota. Sus caminos se unieron un día para no separarse jamás.
Ahora solo queda una cosa que deseo con toda mi alma. Ojalá esta renovación se pueda celebrar con una final de Copa del Rey. Yo por soñar e imaginar ya me imagino al comandante, al capitán, a mi amigo levantando esa Copa allá por el mes de abril en el Estadio de la Cartuja. Nada podría hacerme más feliz...
