Los menores matriculados en el colegio Doctor Esquerdo de La Vila podrán estrenar el nuevo centro en el segundo trimestre escolar, en enero, después de que el gobierno local haya llegado un acuerdo con la empresa constructora para acelerar los plazos de la obra y poder estar lista para final de noviembre. Durante diciembre y las vacaciones de Navidad, el Ayuntamiento vilero pondrá todos sus medios disponibles para poder dotar de mobiliario y de todo el material necesario el centro y poder, así , ponerlo en funcionamiento.
Lo ha anunciado esta mañana el alcalde, Marcos Zaragoza, en una comparecencia de prensa celebrada junto a la concejal de Educación, Marisa Mingot, y tras reunirse previamente con los padres y madres de los matriculados en el colegio. En todo caos, la fecha exacta y el trámite que deben realizar los padres para que sus hijos puedan estudiar en el Doctor Esquerdo el segundo trimestre del curso se cerrará próximamente, una vez queden firmados los protocolos oportunos con la Consellería y se recepcionen las obras ejecutadas para terminar el aula de dos años y la nueva pista. Cabe recordar que ambas instalaciones son las que propiciaron la modificación del proyecto, a mitad de las obras, dejando su finalización indefinida.
Hasta que el colegio esté abierto, Zaragoza ha explicado además que se ha llegado a un acuerdo con la Conselleria para que los menores de dos años puedan iniciar el curso escolar en plazas libres de colegios públicos de La Vila o, en su defecto, en un centro de Educación Infantil privado, ubicado en la zona de la Malladeta, cuyo coste sufragará Conselleria. Serán los padres de los menores quienes elijan la opción que mejor les venga para ocasionarles los menos trastornos posibles dado que la ubicación de este centro está alejada del nuevo colegio. En total son 17 los menores de dos años que serán reubicados en estos emplazamientos hasta que esté acabado el colegio.
Zaragoza ha agradecido la paciencia a padres y profesorado por un problema que dice, se ha llevado sin tacto y sin capacidad de resolución por parte de los anteriores gobiernos municipal y autonómico. En este sentido, ha destacado que en apenas dos meses desde tomar posesión, han tenido que buscar solución a un problema de la legislatura anterior cuando, tras modificar el proyecto a mitad de las obras, éstas se alargaron indefinidamente dejando a alumnado y profesorado sin saber cuándo ni dónde podrían empezar el curso.
Además, el primer edil ha mostrado su disconformidad con toda la tramitación de este expediente, empezando por haber asumido, el anterior gobierno local, el coste extraordinario de más de un millón de euros que ha supuesto para las arcas de la Vila asumir la construcción del aula de dos años y la nueva pista, dado que el coste de los colegios es competencia de la Conselleria.
La modificación de los plazos fijados para terminar el colegio, fijadas en tres meses en lugar de seis como tenían planificado, no supondrá un coste extra para el Ayuntamiento vilero.
