Desde la pasada medianoche están en vigor las nuevas restricciones decretadas por la Generalitat Valenciana para Navidad con el objetivo de intentar frenar la propagación de la covid-19. Así, hasta el 15 de enero, el toque de queda que limita la movilidad nocturna comienza a las 23:00 horas, una hora antes que ocurría hasta ahora, con excepción de los días 24 y 31, Nochebuena y Nochevieja, que arrancará a las 24:00 horas.
Además, desde hoy y hasta el 15 de enero se cierra perimetralmente la Comunitat Valenciana restringiendo el acceso a la misma las personas que trabajando o estudiando en otros puntos del país estén empadronadas en la región.
También desde la pasada medianoche, e igualmente hasta el próximo 15 de enero de 2021, están en vigor el endurecimiento de las limitaciones decretadas por la Conselleria de Sanidad, entre las que destaca la prohibición de que se puedan producir reuniones, tanto en el ámbito social como familiar, de más de seis personas y los establecimientos de hostelería y restauración tendrán que cerrar a las 23:00 horas, a excepción de los días 24 y 31 de este mes que lo podrán hacer a las 24:00 horas.
En un discurso institucional, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, apeló ayer de nuevo a la responsabilidad individual de cada ciudadano para frenar la propagación de la pandemia que la actual segunda ola de contagios deja en estos momentos más de un 1100 hospitalizados y de ellas 200 en la UCI.
En los dos hospitales de Elche, el General y el del Vinalopó, a fecha de este lunes, hay 17 pacientes con covid-19 en cuidados intensivos y 71 hospitalizados en planta.
Para el alcalde de Elche es una semana crucial
En una línea similar se ha expresado Carlos González, alcalde de Elche, que ha considerado esta semana “crucial” para evitar que el virus continúe propagándose.
“Hemos de asumir que estas inminentes fiestas navideñas serán distintas, nos jugamos mucho si nos relajamos y bajamos la guardia”, ha señalado González que ha añadido que “se trata de que seamos capaces de limitar nuestro contacto social y familiar para evitar que el virus siga propagándose, porque las últimas semanas han sido realmente complicadas, los contagios han seguido creciendo y nuestros hospitales ya padecen una presión asistencial demasiado intensa y no podemos convertir la Navidad en el caldo de cultivo de una tercera ola que tendría graves consecuencias sanitarias, sociales y económicas para todos”.
“Es imprescindible que seamos responsables y que cada uno de nosotros asumamos las limitaciones”, ha concluido el alcalde de Elche.
