Desesperación es lo que sienten las dos propietarias del chiringuito El Chipirón en la playa de Almenara. Ambas llevan desde ayer atrincheradas y en huelga de hambre en la puerta de la subdelegación provincial de costas en Castellón, en el antiguo banco de España de la plaza de la Paz, allí están instaladas permanentemente con una pancarta, una de ellas además, en huelga de hambre.
Mari Carmen y Mari Ángeles piden poder trabajar como lo han hecho 11 años atrás en el establecimiento que emplea a 23 trabajadores. El establecimiento está en un solar acotado donde instalan mesas, toldos unos baños desmontables y cocina. Tienen todos los permisos en regla y están desde hace 3 años a la espera de que Costas les apruebe la concesión del establecimiento, extremo al que se ha cogido la administración para reducirles a menos de la mitad los metros de su bar.
Las propietarias se han reunido esta mañana con la subdelegada del gobierno en Castellón para encontrar una salida administrativa al problema, confían poder seguir adelante con su empresa. Denuncian que sin metros para trabajar tienen que reducir empleados y que los puestos de trabajo que ofrecen tienen un papel muy importante en la economía de la zona porque complementan la campaña de la naranja.
