El equipo de Gobierno no volverá a negociar con el Partido Popular las retribuciones de esta nueva legislatura. Todo, después de que ayer, los populares echasen en cara a la alcaldesa Amparo Marco, que asegurara públicamente que ellos formaban parte del pacto de la subida salarial.
Los populares, que después en privado, reconocieron "haberse pasado de frenada”, salieron ayer a debatir en la sesión plenaria negando que si votaban a favor del acuerdo, tal y como hicieron en comisiones, también formaban parte del aumento de hasta el 50% de algunos concejales. Ellos pedían que la alcaldesa reconociese que en las reuniones previas al pleno, tan solo habían sido informados de las dedicaciones y retribuciones de la oposición, así lo explicaba en su intervención el portavoz adjunto del partido, Sergio Toledo.
Por su parte, el tripartito asegura que tenían un acuerdo, que no se puede separar el documento que decide las subidas de la corporación con las de la oposición y que además, eran perfectamente conocedores de su salario en las negociaciones ya que se le planteó a la portavoz popular, Begoña Carrasco, cobrar el 50% del sueldo de la alcaldesa. Y ella dicen, accedió.
De esta forma, con cada partido defendiendo su posición a ultranza, quien más tiene que perder es la oposición. Ya que ahora, no podrán negociar ni la dedicación exclusiva que pedía Carrasco ni tampoco el salario más adecuado.
Ahora, se espera que el gobierno convoque un pleno extraordinario en el que presenten un nuevo documento con las nuevas condiciones. Lo más probable es que sea la próxima semana aunque todavía no se conocen los detalles al respecto.