La victoria llega tras las derrotas sufridas en este arranque de año en Mestalla (3-1), en Las Palmas (3-0), la eliminación copera ante un equipo de dos categorías menos como Unionistas y el empate ante el Mallorca en la última jornada liguera. De esta forma, los amarillos ganan en tranquilidad al abrir una brecha respecto a los puestos de descenso y pueden mirar con más esperanza al futuro.
De estas forma el Villarreal logró una victoria de las quedarán en la retina de su afición durante mucho tiempo y da un gran paso al frente para salir de la delicada situación en la que se encuentran esta temporada. Es más, los tres puntos les permiten obtener siete puntos de ventaja respecto de los puestos de descenso.
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Para el técnico amarillo también fue una noche especial, ya que conseguía su primera victoria liguera tras 21 partidos dirigidos ante el cuadro azulgrana. Hasta la fecha, y tras medirse con Recreativo, Racing de Santander, Zaragoza, Sevilla, Villarreal, Valencia y Athletic Club, el asturiano había dirigido 20 duelos ante el equipo de la Ciudad Condal con el balance de siete empates y 13 derrotas.
"El fútbol tiene cosas difíciles de explicar. Llevaba más de 20 partidos en Liga contra el Barça y nunca les había ganado. Y hoy llegábamos en una situación complicada. La segunda parte fue una montaña rusa. Ellos querían ganar, pero nosotros teníamos gente rápida con los cambios y lo aprovechamos", aseguró
