LA SIGNATURA

Busquets y Guardiola

Tras 15 temporadas en el equipo Azulgrana y las últimas de ellas como Gran Capitán, abandona el club, Sergio Busquets. Es el fin de una época y uno de los últimos grandes campeones que dió este club en la última década. Apenas ya Jordi Alba en el plantel con fecha también de caducidad para recordarnos lo grandioso y glorioso que fue ese Barça.

Alfredo Martínez

catalunya | 10.05.2023 10:31

No es fácil decidir el momento de la dios y de abandonar un lugar, pero si es un privilegio y está bastante claro poder decidir tú mismo cuando te quieres ir. Y ese honor lo ha tenido Busquets, lo ha meditado con mucho tiempo y ha tenido la alternativa de poderse quedar un tiempo más, una temporada más, aunque con un presupuesto recortado o de probar otras aventuras antes de colgar las botas definitivamente.

Conociéndo lo frío cerebral y calculador que es Busquets, seguro que ha valorado todos los aspectos para tomar esta decisión definitiva de irse de su casa en este momento de la carrera deportiva.

Y personalmente creo que acierta.

Yéndose como campeón de liga. El recuerdo será mucho más agradable para todos, termina ganando y dejando el equipo compitiendo por lo menos en España y con un palmarés absolutamente envidiable. No sabemos, si hubiera renovado, que nos depararía la próxima temporada y máxime para un jugador que nunca contado con el beneplácito de toda la grada, bien al contrario. Normalmente ha sido infravalorado y de los más denostados en el terreno de juego. Muchos pedían a gritos su salida al igual que la de Jordi Alba para pasar página de una época y empezar a introducir savia nueva en el equipo. Todos saldrán ganando y falta por ver quien ocupará el hueco que va a dejar el centrocampista vallesano que a buen seguro será importante.

Entonces calibraremos el peso de su marcha y el vacío que deja, si su sustituto no está la altura evidentemente añoraremos a Busquets, pero es ley de vida y con 35 años para 36 en un club tan altamente exigente como el Barcelona no hay mucho espacio.

Ayer vivimos un intensísimo duelo de semifinales de liga de campeones, con las espadas en todo lo alto y con un empate a uno que deja más apasionante si cabe el partido de vuelta en el campo del Mánchester City.

Se confirmó la alta competitividad que tiene el Real Madrid en este torneo y como plantó cara a los ingleses, a pesar de su teórica superioridad y favoritismo. Fue curioso que cuanto mejor jugaba el City marcó el Madrid y cuando el Madrid podría haber marcado el segundo empató el City con un gran disparo del pelirrojo belga Kevin De Bruyne.

La vuelta se presenta más emocionante, si cabe, y con un pronóstico absolutamente incierto, cierto favoritismo para los ingleses pero sin menospreciar a los blancos.

Por cierto máxima expectación para ver a Haaland que pasó totalmente desapercibido, todo lo contrario que su padre.