Según ha informado la Guardia Civil en nota de prensa, el inicio de esta investigación tuvo su origen como consecuencia de varios robos en naves industriales de la provincia de Ciudad Real, principalmente en polígonos de poblaciones cercanas a la autovía A-4, detectándose que estos delitos, en los que el fin primordial de los autores era robar en el interior de empresas o en su defecto sustraer camiones o furgonetas con la intención de sustraer más tarde la carga de su interior, eran frecuentes en los mismos lugares.
De este modo la Guardia Civil comenzó a recabar todos los datos posibles, manifestaciones de posibles testigos y toda una serie de diligencias con el objetivo de obtener todas las pruebas para el esclarecimiento de los hechos e identificación de los autores.
Evolución de la investigación
En breve espacio de tiempo, se pudo identificar a la mayoría de los miembros que formaban parte de este Grupo Criminal, asentados en su mayoría en las provincias de Toledo y Madrid, constándole a muchos de ellos antecedentes por estos mismos hechos.
Después de una intensa labor de indagación, se descubrió que este grupo estaba altamente cualificado y especializado en el robo de empresas a través del método del Butrón, realizando un agujero en la pared o escaparate con herramientas sofisticadas para tal fin. Una vez dentro esquivaban o desactivaban los sistemas de seguridad, que previamente ya habían estudiado, para hacerse con el botín que consistía en todo tipo de materiales de valor que tuvieran fácil salida en el mercado negro.
Este grupo era liderado por un jefe que organizaba las salidas y distribuía los componentes que iban a robar. Un subgrupo de varias personas se adelantaban en turismos y marcaban los lugares más factibles para perpetrar los robos, estos a su vez llamaban a otro grupo que eran los conductores de furgonetas en las que se cargaba el material sustraído y otro grupo más que eran los que llevaban dichos efectos a venderlos.
Como punto final se encontraban los receptadores, centros y establecimientos que compraban el material robado.
Explotación de la operación
La explotación de la operación se ha saldado con 13 detenciones y 10 investigados más por 17 delitos contra el Patrimonio, delitos de pertenencia a Grupo Criminal, delitos contra la seguridad vial y delitos de atentado a los agentes de la autoridad.
Estos han sido cometidos a lo largo y ancho del territorio nacional, afectando a las provincias de Ciudad Real, Cuenca, Toledo, Madrid, Jaén, Córdoba, Zaragoza, Valencia y Cáceres.
Del resultado de todos los registros e inspecciones llevados a cabo en domicilios, talleres y establecimientos de las provincias de Toledo y Madrid se recuperaron varias toneladas de cable de cobre, aluminio, herramientas industriales de todo tipo, motosierras, soldadores, escaleras, bebidas alcohólicas, bicicletas y una larga lista de material del cual se está comprobando su procedencia.
Así mismo se han intervenido dos furgonetas y dos turismos con los que se perpetraron los últimos hechos.
Las diligencias y detenidos fueron entregados en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Nº1 de Orgaz (Toledo) y en el de Torrejón de Ardoz (Madrid), siendo el Nº1 de Tomelloso (Ciudad Real) el que autorizó las entradas y registros.