La Comisión Técnica de Memoria y Reconocimientos Democráticos de Baleares ha decidido retirar del Censo de simbología franquista los nombres de los almirantes Cervera, Churruca y Gravina.
Así se ha acordado durante una reunión convocada para tratar el listado de calles incluidas en el censo de simbología franquista que el Ayuntamiento de Palma había pedido que fueran revisados.
Se trata de las calles del Almirante Cervera, del Almirante Churruca y del Almirante Gravina, calle de Brunete, pasaje del Castillo de Olite, calle de Alfambra, calle de Toledo y calle de Gabriel Rabassa Oliver.
En cuanto a Cervera, Churruca y Gravina, la Comisión explica que en los tres casos el nombre de la calle se refiere a los almirantes en cuestión y no a los barcos franquistas que llevaron su nombre a lo largo del siglo XX. La Comisión considera que "es muy clara la utilización de los nombres de estos personajes históricos en la visión franquista de la historia pero, pasado el tiempo, se ha ido desvaneciendo la vinculación que trató de establecer el franquismo con figuras relevantes de la historia de España para justificar su concepto de 'reconquista' o 'cruzada'".
Por otra parte, también se ha decidido retirar del Censo de simbología franquista el nombre de la calle dedicada a Gabriel Rabassa Oliver. No obstante, la Comisión recomienda que quede "explícito, para dejar fuera de dudas, actuales y futuras, que la dedicatoria no tiene nada que ver con la vinculación de Rabassa a las organizaciones relacionadas con la dictadura, y sí con las aportaciones al ámbito cultural". Por estos motivos, se recomienda que la calle de Gabriel Rabassa Oliver sea contextualizada, añadiendo en la placa el motivo por el cual se colocó en su momento.
Asimismo, la Comisión se ha pronunciado sobre la calle de Brunete, pasaje del Castillo de Olite, calle de Alfambra y calle de Toledo. En estos casos, los nombres de las calles se mantienen dentro del Censo de simbología franquista.
De acuerdo con la Comisión, la información histórica analizada certifica que se trata de calles que recibieron sus nombres de acuerdo a determinados hechos de guerra en el contexto de la Guerra Civil, como por ejemplo el asedio del Alcázar de Toledo (1936), la Batalla de Brunete (1937), la Batalla de Alfambra (1938) o la expedición a Cartagena (1939).
Si el Ayuntamiento de Palma está interesado en mantener la nomenclatura relacionada con estos municipios, la Comisión técnica recomienda que estos nombres queden contextualizados para eliminar cualquier vinculación con el franquismo: calle de la Villa de Brunete, pasaje del Palacio Real de Olite, calle de la Villa de Alfambra y calle de la Ciudad de Toledo.
Cabe recordar que el pasado mes de marzo el Ayuntamiento de Palma paralizó el cambio de nombres de 12 calles que se había anunciando el fin de dar cumplimiento a la Ley de memoria y reconocimiento democrático.
A raíz de las dudas que entonces surgieron, el Consistorio solicitó al Govern que la Comisión Técnica de Memoria realizara una revisión del Censo de símbolos, leyendas y menciones franquistas por expertos en la materia de reconocido prestigio .
MEMORIA DEMOCRÁTICA Y LA LEY DE EDUCACIÓN
Por otro lado, las comisiones técnicas de Memoria y de Fosas de Baleares han aprobado este jueves un documento conjunto para pedir a los grupos del Parlament que impulsen la inclusión del concepto de memoria democrática en la futura Ley de Educación de Baleares, que ha empezado su tramitación parlamentaria. Recomiendan, además, que el concepto de memoria democrática vaya ligado al de derechos humanos.
"Han pasado décadas de democracia en las que se ha pasado de puntillas desde el punto de vista educativo ante los hechos relacionados con la Guerra Civil y la represión franquista", ha señalado el secretario autonómico de Sectores Productivos y Memoria Democrática, Jesús Jurado.
El documento aprobado explica que la incorporación del concepto de memoria democrática en la futura Ley de Educación contribuiría a desarrollar la Ley de memoria y reconocimiento democráticos de Baleares.
Según estas dos comisiones, incluir la memoria democrática en la futura Ley de Educación también situaría el texto en línea con el proyecto de Ley de Memoria Democrática estatal, que fue aprobado por el Consejo de Ministros el pasado mes de julio.
La Secretaría Autonómica de Sectores Productivos y Memoria Democrática constituyó hace unos meses un grupo de trabajo mixto de educación integrado por miembros de las dos comisiones técnicas, coordinados por la doctora en historia Elisabeth Ripoll Gil, para empezar a trabajar en propuestas de divulgación de la memoria democrática dentro del ámbito educativo.
Las dos comisiones son órganos colegiados de la Dirección General de Memoria Democrática, integrada dentro de la Vicepresidencia y Conselleria de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática, y están integradas por representantes del Govern, de los consells insulares, de la Federación de Entidades Locales de Baleares (Felib) y de las entidades Memòria de Mallorca, Fòrum per la Memòria d'Eivissa i Formentera, y Memòries de Menorca.