El área recreativa de Cayón, en el concejo de Piloña, precisará de varios arreglos para reparar los desperfectos causados por los actos vandálicos de estos últimos meses. El lugar, situado en la montaña que se eleva sobre Infiesto, parece haber sido elegido como zona de esparcimiento de los más incívicos, a la hora de buscar un rincón donde ocultarse en estos tiempos de restricciones sanitarias.
El alcalde de Piloña, Iván Allende, ha expresado el disgusto municipal y ha realizado un llamamiento a que este tipo de acciones cesen porque la solución es que estos actos vandálicos desaparezcan, no el uso del dinero público para abordar estos gastos. "Sería imposible abordar todas las reparaciones necesarias, aunque estuviésemos reparando y rehabilitando cada dos por tres. Debemos tener unos comportamientos cívicos como tienen, por otra parte, la mayor parte de las personas que visitan estas áreas. Lamentablemente sabemos que hay una minoría que no lo entiende así", comentó el primer edil en declaraciones a Onda Cero.
El panel informativo que se sitúa sobre esta emblemática cima se encuentra destrozado y las huellas de neumáticos en las zonas verdes apuntan a que este rincón ha sido elegido como "botellódromo" clandestino.
Allende recuerda que no se puede mantener la vigilancia en todos los puntos del concejo, por lo que la solución debe estar siempre en la responsabilidad individual.
Infiesto ya había sido víctima en varias ocasiones de destrozos y ataques contra el mobiliario urbano, sin embargo en un entorno natural y paisajístico como este rincón de montaña, los hechos han producido un mayor impacto entre los vecinos, que se muestran indignados estos días.
