María Mitre asegura que es un proyecto presupuestario "muy pensado". Da especial importancia a la viabilidad de las empresas municipales y busca sacar adelante los "proyectos de ciudad" y convertir a Gijón en una ciudad de referencia. Todo ello, afirma, sin descuidar las cuestiones del día a día. Vecinos de la zona urbana y rural son tratados por igual, garantiza la edil.
Se trata de un presupuesto "técnico" porque se ha cuidado mucho el cumplimiento de la legalidad y se ha contado con el equipo de técnico municipales por encima de las decisiones políticas. Niega que el proyecto nazca sin diálogo porque se ha hablado con las personas. Justifica que solo hayan aceptado una de las 59 enmiendas de la oposición en que la mayoría de sus propuestas ya estaban reflejadas en el presupuesto, aunque con cuantías menores.
Se recupera el presupuesto para los consejos de distrito con 1 millón de euros. Los vecinos podrán elegir entre unas obras previamente autorizadas por el Ayuntamiento. Se pretende, explica Mitre, que las obras elegidas sean realmente ejecutadas en 2024. Se trata de una "cuestión práctica".
El presupuesto reserva 24. millones de euros para inversiones, destacando la jefatura de Policía Local, la prolongación del servicio de salvamento a todo el año o agilizar la concesión de licencias. Se reducen los gastos corrientes un 6.69 por ciento. Las aportaciones a las empresas públicas del municipio superarán los 101 millones de euros, y entre ellas destacan las que recibirán la de la limpieza, Emulsa, que ascenderá a más de 28.1 millones, y la de transportes, EMTUSA que se situará en los 16 millones, que permitirán iniciar el plan para la renovación de la flota y la electrificación de las cocheras. Los 100.000 euros para el estudio del soterramiento del Muro se explican porque quieren iniciar cuanto antes el proyecto.
Estamos ante los primeros presupuestos de María Mitre. Está satisfecha y entiende que su socio de gobierno, el PP, también debe estarlo. Aunque todas las concejalías quieren más dinero, se ha conseguido atender todas las sensibilidades, afirma. Ahora toca, dice, hacer un "control exhaustivo" para que se ejecuten las cuentas.
