El Consejo de Administración de Aucalsa ha adjudicado este lunes, tras recibir las autorizaciones pertinentes del Ministerio de Transportes, las obras de restauración del talud de la autopista del Huerna (AP-66), que el pasado 10 de noviembre se vino abajo, cortando el tráfico durante 17 días. Con un importe de 7.513.309 euros, serán ejecutadas por Luperlan Tunneling en un plazo estimado de 15 meses.
Según ha informado la concesionaria que explota el peaje del Huerna a través de una nota de prensa, la zona deslizada presenta "una dificultad geotécnica alta" debido a la naturaleza de los materiales y la geometría de los mismos y la solución adoptada consiste en realizar un reperfilado progresivo del talud, comenzado por la parte superior y progresando hacia abajo en bancos de cinco metros de altura. Esta excavación se realizará mediante el uso de explosivos apoyado por medios mecánicos.
En cada uno de los bancos se colocarán bulones de hasta 18 metros de longitud y arriostrados mediante vigas de atado. Una vez que se completa un grupo de bancos se deja una berma cuya función es la de recoger las aguas de infiltración y retener pequeñas caídas de material. En total, se construirán 17 bancos con sus correspondientes vigas de atado, siendo la atura total del talud de 90 metros. Para la ejecución de los trabajos, será necesario realizar un movimiento de tierras de 111.000 metros cúbicos de roca en banco.
El 10 de noviembre, a las 10.05 horas, se produjo un deslizamiento parcial de un talud en el punto kilométrico 75 de la AP-66 que afectó a los dos sentidos de circulación. El 27 de ese mismo mes, a las 20.00 horas, se restableció el tráfico, en ambas direcciones, mediante un desvío dotado de barrera de seguridad, habilitado a partir de la fecha del deslizamiento. Para su ejecución fue imprescindible la construcción de un nuevo trazado en la zona, siendo necesario realizar grandes movimientos de tierras e incluso voladuras, trabajos que se desarrollaron ininterrumpidamente hasta cumplir el objetivo.
Con anterioridad a la apertura al tráfico se instaló un sistema de seguridad ante posibles caídas de material, dotado de sensores de transmisión inmediata y barreras para impedir el paso de vehículos, así como la auscultación, con láser-escáner, cada tres días para detectar cualquier movimiento. A partir del siniestro y, hasta el día de hoy, según indican, "no se ha producido desprendimiento alguno". "Se trata de la barrera dinámica de mayor capacidad instalada hasta la fecha en España", destacan en la nota de prensa.
Desde ese momento se intensificaron los trabajos geológicos y la redacción del 'Proyecto Para La Restauración Del Talud', que el pasado marzo fue remitido a la Dirección General de Carreteras para su evaluación. Simultáneamente a la redacción del proyecto, comenzaron los trabajos previos al inicio de la obra, consistentes en la ejecución de un camino de acceso a la cabeza de talud y desbroces e instalación de zona de acopio de materiales para la ejecución de la obra.
