May Serrano lleva mucho tiempo viviendo fuera de Aragón, es turolense y activista de “Mujeres Imperfectas” y, en parte, la historia de la Rosa de la película de Icíar Bollaín está inspirada en su experiencia y en la de otras muchas mujeres.
Serrano explica que es un proceso en el que, sobre todo, hay que aprender a escucharse para después pasar a comprenderse y quererse, con todas las imperfecciones, para después ser feliz.
Desde que May decidió dar el paso y casarse con ella misma han sido muchas las mujeres que han seguido sus pasos, todo un movimiento que ha denominado #loveRevolution y es que no es más, como ella dice, que aprender a AMAR con mayúsculas.