Desde el inicio de la epidemia, en las residencias aragonesas se han producido 2.133 contagios y 634 personas han fallecido. En la última semana, 15 de esos centros han logrado librarse del coronavirus, aunque todavía hay 91 residencias con personas infectadas o con sospecha de padecer la enfermedad.
Por eso, el gerente del Instituto Aragonés de Servicios Sociales, Joaquín Santos, ha señalado que la desescalada en estos espacios va a ser más lenta que en el resto de ámbitos. Por ahora, solo se permite la entrada de un familiar para despedirse de un enfermo en situación crítica. A partir de la próxima semana, podrán ingresar nuevos residentes, con PCR negativo, y se autorizará la entrada de podólogos con prescripción médica.
Por otro lado, la situación empieza a normalizarse en las residencias que fueron intervenidas por el Gobierno aragonés, y que poco a poco van a ir recuperando una gestión autónoma. En estas semanas, el Ejecutivo ha contratado a 41 profesionales para reforzar la atención en esos centros.
LOS CENTROS COVID
Los denominados Centros-Covid, residencias habilitadas para acoger a ancianos contagiados pero que no requieren hospitalización, han atendido durante la epidemia a 455 personas. De ellas, alrededor de un centenar han fallecido, mientras que 237 han recibido el alta tras haber superado la enfermedad y 121 siguen ocupando esos espacios.
El Departamento de Derechos Sociales ha decidido, por ahora, mantener en funcionamiento estos centros, que actúan como recurso intermedio entre la residencia y el hospital, por si se producen nuevos brotes. En la provincia de Teruel, se mantendrá abierto únicamente el Centro-Covid de Gea de Albarracín. El de Alfambra, que ahora mismo tiene cuatro residentes, se cerrará la próxima semana.