Hubo un tiempo en el que no cometer faltas de ortografía era básico. Se podía suspender un examen sólo por haber cometido faltas de ortografía. En los últimos años aumentan faltas como saber si una palabra va con H o sin H, si “a ver” va separado o junto y con “h”, si “lenguaje” va con g o con j. A lo que hay que sumar el uso de las tildes y de las mayúsculas y minúsculas.
El director general de Cuadernos Rubio, Enrique Rubio, explica que el hecho de que cada vez escribamos menos a mano y utilicemos más la mensajería móvil con abreviaturas que, aunque mal escritas, todo entendamos, ayuda a esta situación.
Faltas más habituales
- Confundir ‘a ver’ y ‘haber’. Suenan igual pero no es lo mismo.
- Uso incorrecto de la ‘h’, sobre todo en expresiones como “echar de menos”
- Intercambio de ‘b’ y ‘v’ porque aunque suenen igual, la palabra puede cambiar de significado como en “IVA” e “iba”.
- Mal uso de la ‘g’ y la ‘j’. En palabras como 'lenguage' en lugar de 'lenguaje'
- Abreviaturas incorrectas. Las más frecuentes son usar ‘q’ en lugar de ‘que’, ‘tmb’ para sustituir a ‘también’ y ‘sq’ remplazando ‘es que’.
- Los imperativos mal conjugados. Terminan en ‘d’, no en ‘r’. Por ejemplo: ‘Por favor, entrar a clase’ está mal, ha de ser ‘entrad a clase’.
- Mal uso del ¿Por qué, porque o porqué?, situación que se agrava con la abreviatura ‘xq’
- Ignorar los signos de puntuación. Por influencia de otros idiomas se pone únicamente la del final de la expresión y no la del principio.
- No utilización de las tildes, algo que puede cambiar el significado de las palabras como, por ejemplo, ‘público’, ‘publico’ y ‘publicó’.
- Escribir nombres propios en minúscula.
