Los cinco profesionales que conforman el Equipo de Tratamiento Familiar del Ayuntamiento de Cádiz han dado la voz de alarma ante lo que consideran que puede ser "el desmantelamiento" de esta unidad que se encarga de velar y dar pautas rehabilitadoras que compensen la situación de riesgo que pueda afectar directa o indirectamente al bienestar de los menores.
El portavoz de este colectivo, Paco Toscano, ha explicado en Más de Uno Bahía de Cádiz que son dos puestos los que correrían peligro. Han mantenido una reunión con el alcalde, José María González, donde les ha expresado la preocupación de los profesionales ante esta posibilidad y ya trabajan en la búsqueda de soluciones. Aunque sus reivindicaciones van más allá: reclaman mejoras laborales y que "dejen de encadenar contratos": hay profesionales que llevan más de diez años encadenando diferentes tipos de contratos sin lograr una ansiada estabilización de la plantilla.
La situación de tensión ha llegado hasta a afectarles en su salud ocasionando bajas por afecciones derivadas por la tensión que viven estos profesionales que son indispensables para conseguir sacar a los y las menores en situación de riesgo de exclusión y ilustrarles un futuro mejor.