Partido fácil para la selección española que consigue ver puerta gracias al gol de David Silva. La roja hace honor a su juego allá por donde va y en Bielorrusia no iba a ser menos. Desde el arranque del partido la presión sobre el equipo local y el domino del juego era evidente. La única vía que tenían los bielorrusos era el juego rocoso a base faltas y balón arriba y tentempieso.
Se sabía de buena tinta que los locales esperaban en el fallo de los españoles para salir a la contra y poner la duda en la defensa roja, pero Ramos y Piqué no dieron opción alguna a que Helb abriese el juego a las bandas para que se plantasen en la portería de Casillas. España tocaba y tocaba, presionando muy arriba para no perder el compás del juego.
Si no podían por el centro, ya se encargaba Silva de abrir el juego a las bandas para buscar centros al área y tener una segunda jugada. Así llegaría una de las ocasiones más claras de la primera mitad, una volea de Jordi Alba que se marchó por encima del larguero.
La buena actuación de Morata que se sabe moverse por toda la parte de arriba provocó una falta con la consecución después del gol de los hispanos. Balón botado por Cesc que llega al palo largo del portero, éste falla en la salida y le cae al más listo de la clase, David Silva, que es capaz de mandar el balón al fondo de las mallas en el minuto 44.
Con el partido dominado y controlado por el equipo español, era de esperar, que Bielorrusia saliese en trompa a por el empate. Y más sabiendo que sus opciones de clasificarse se esfumaban. Y así fue, comenzaba la segunda parte y los locales peleaban cada balón como si les fuese la vida...la labor defensiva y el mediocentro bielorruso, donde destacó Hleb, fue para enmarcar durante los 20 minutos que les aguantó la gasolina. Jugadas por banda, contras con peligro y dureza en el choque dejaba al equipo español en la lona. Sin embargo, el trabajo local era en vano, porque la línea defensiva de España era infranqueable. Un par de parados de Casillas para los que los que debaten su estado de forma, el de Móstoles hoy ha podido cerrar alguna que otra boca. Y un gol en fuera de juego de Bielorrusia ponía el miedo en el cuerpo.
Pero la roja es mucha roja, y no se dejaba intimidar, saguía con la posesión del balón e intentando lograr el gol de la tranquilidad...pero en la portería rival estaba Gorbunov, que seguramente le cuente a sus hijos y nietos que hizo el partido de su vida.
La entrada de Isco y Vitolo cambió la cara de una España que no terminaba de cerrar el partido, y es verdad que no hubo más goles, pero los detalles ténicos y las contras perfectas del equipo español se dejaron ver en los minutos finales en Bielorrusia. La falta de gol es notable, pero el día que entre una, entran todas, porque hay equipo para rato. La selección tenía un objetivo antes de irse de vaciones y lo ha cumplido con creces. Victoria, tres puntos, segunda en la clasificación y ahora, a disfrutar del verano.
