El Celta conservará una semana más su privilegiada cuarta plaza en la clasificación al ganar con solvencia por 0-2 a un Granada que frenó su mejoría de las últimas semanas y volvió a ofrecer una pobre imagen. Los goles del chileno Fabián Orellana y de Iago Aspas en el primer tiempo fueron suficientes para que un sólido conjunto gallego superara con más facilidad de lo previsto a un conjunto andaluz tremendamente inofensivo y flojo.
El Granada dominó durante el primer cuarto de partido ante un equipo celeste siempre muy bien colocado sobre el césped, aunque la única vez en todo el partido que hizo trabajar a Rubén Blanco, que dejó en el banquillo al hasta ahora habitual Sergio Álvarez, fue en una chilena del venezolano Adalberto Peñaranda. El Celta comenzó a entonarse en ataque cuando se hizo dueño y señor del partido Orellana, que a los 21 minutos firmó el 0-1 tras una sensacional pared entre Iago Aspas y Josep Señé, que regaló el gol a un Orellana que solo tuvo que empujar el balón a la red a portería vacía.
El tanto provocó la desconexión del choque de los locales y el crecimiento de los visitantes, que tuvieron varias ocasiones consecutivas en las botas del belga Theo Bongonda y de Señé, que mandó un balón al larguero. El Granada llegaba bien hasta las inmediaciones del área del Celta, pero ahí acababan todas sus acciones ofensivas, salvo una del nigeriano Isaac Success, que finalizó una buena acción personal con un mal disparo. En la última jugada del primer tiempo, un elaborado ataque de los gallegos acabó con Jonny Castro apareciendo libre de marca por su banda y dando un pase hacia atrás a Iago Aspas, quien no perdonó y rubricó el 0-2.
La segunda parte fue tan igualada como aburrida, ya que ningún conjunto fue capaz de poner en apuros a su oponente, circunstancia que favorecía a un Celta que enfriaba el choque con largas posesiones de balón siempre que podía y que no pasaba apuros cuando tenía el esférico un Granada ramplón y sin recursos.
Los locales reclamaron al colegiado valenciano Martínez Munuera la expulsión de Carles Planas, que tenía una amarilla e hizo una falta fea a Success, quien también pudo marcharse a los vestuarios antes de tiempo por lanzar una patada sin balón al propio Planas minutos antes.
Un cabezazo de David Lombán y sendos remates de Success y de Rober Ibáñez, los tres fuera, fueron el paupérrimo balance de los rojiblancos tras el descanso, frente a un muy serio Celta que rozó el 0-3 en una gran jugada de Señé ante la que se lució Andrés Fernández.
