El Cádiz, que desarboló al Real Betis en la primera mitad, hizo hasta cinco goles en el Benito Villamarín y gracias al 3-5 final se clasificó para los octavos de la Copa del Rey, de la que queda apeado un conjunto el verdiblanco al que el rival le sacó los colores y sus carencias.
Con un 1-2 para los béticos en la ida disputada hace cinco semanas en el Ramón de Carranza, lo lógico era que el conjunto de LaLiga Santander sentenciara el pase en su campo ante un rival de la categoría inferior.
En este periodo, no obstante, las dinámicas de ambas formaciones se han transformado radicalmente y los gaditanos llegaron al Benito Villamarín tras encadenar cuatro victorias consecutivas.
El equipo sevillano, por su parte, se presentó en esta cita con muchas dudas, pues precisamente desde que ganó en el Carranza encadenó cuatro jornadas sin vencer, con dos derrotas como visitante y dos empates como local, el último de éstos el pasado sábado ante el Girona (2-2) con un gol del extremo Cristian Tello que salvó un punto en los instantes finales del choque.
Sí coincidieron el entrenador local, Quique Setién, y el visitante, Álvaro Cervera, en sacar unos equipos titulares renovados en comparación con los que se alinean en sus torneos ligueros, debido a bajas por lesiones y a la oportunidad que le quisieron dar a otros para que acumulen minutos.
Con esos condicionamientos el partido se puso interesante desde el arranque y a los dos minutos y medio David Barral logró el 0-1 al resolver bien ante el meta Dani Giménez en una indecisión de la defensa bética. No tardó el argelino Ryad Boudebouz en normalizar la situación para los verdiblancos con un tanto a los ocho minutos tras un lanzamiento libre directo en el que el portero Rubén Yáñez no acertó a despejar el balón.
Un nuevo tanto del equipo amarillo igualaba la eliminatoria y éste lo buscó a la contra ante un rival que intentó controlar el balón pero que no impidió que a los dieciocho minutos Dani Romera se aprovechara de una nueva descoordinación defensiva bética.
Con la eliminatoria igualada, intentó enrabietarse el Betis y Tello logró un golazo por la escuadra, pero otra vez la inconsistencia en el entramado defensivo local hizo que Dani Giménez cometiera un penalti a Barral que transformó Aítor García.
Un sorprendente 2-3 con solo veintiséis minutos de juego dejó el partido imprevisible, porque cada vez que llegaba el Cádiz al área adversaria era una acción de peligro e incluso se le anuló un tanto a un rapidísimo Aítor García por un fuera de juego muy protestado.
Aítor ratificó poco después su gran juego en otra incursión por la izquierda y le dio a Dani Romera su segundo gol y el cuarto de los visitantes ante la impotencia de los de Setién y la bronca del público desde ese instante y hasta el descanso.
El técnico cántabro sacó desde el inicio de la reanudación a dos pesos pesados, el lateral derecho Antonio Barragán y al medio mexicano Andrés Guardado, y con ellos, junto con Boudebouz, el Betis buscó con insistencia esos dos goles que le devolvieran la alegría ante un rival que ya salió muy poco de su campo.
Tello, otro de los destacados béticos, logró su segundo tanto y metió de lleno a los suyos en la eliminatoria a falta de aproximadamente media hora de la conclusión, pero fue el central montenegrino Ivan Kecojevic el que, a la salida de un córner, puso de cabeza el quinto del Cádiz y los octavos en su bolsillo.