La firma de Vicente Vallés

En algún momento, a lo largo de estos próximos días, el juez Llarena decidirá qué hace después de que tres jueces regionales de Alemania le hayan dicho que ellos tienen mucho mejor criterio jurídico que él sobre las cosas que ha hecho Carles Puigdemont, aunque ninguno de ellos haya realizado la instrucción del caso, como sí la ha hecho Llarena.

Conforme pasa el tiempo y nos acercamos al congreso del PP, más evidente resulta el pánico que sienten muchos de los actuales dirigentes del partido ante los efectos que pueda provocar el proceso de primarias que ellos mismos diseñaron.

Nadie dijo que gobernar fuera fácil. Pedro Sánchez nunca se ha engañado sobre eso. Ha sabido superar muchas dificultades durante su carrera política. Las más intensas, dentro de su propio partido. Y sus pésimos resultados en las dos elecciones generales a las que se ha presentado parecían el augurio de su fracaso definitivo.

Los inscritos e inscritas del Partido Popular se lanzan desde ahora y hasta esta noche a eso que los cursis llaman "la fiesta de la democracia". Van a participar con su voto en la elección de su presidente. ¿Qué podría salir mal? Pues, nadie lo sabe. Pero cualquier cosa podría salir mal.

En este mes de presidencia de Pedro Sánchez hemos podido comprobar que, al contrario de lo que dicen desde el PSOE, los partidos que apoyaron la moción de censura sí se están cobrando el precio de haber llevado a Sánchez a La Moncloa. Al PNV le paga con el acercamiento de etarras.

La historia nos dice que la política del apaciguamiento solo funciona cuando se aplica con adversarios moderados.

Estos días nos hemos preguntado por la actitud que tendría la militancia del PP ante la responsabilidad de elegir por primera vez al presidente de su partido. Ahora sabemos que el entusiasmo de los militantes es limitado, porque se han inscrito muy pocos.

Los militantes del PP se han zambullido en un proceso político casi inédito para ellos: el proceso de elegir por votación a quien será su presidente o presidenta. En otros partidos, este tipo de elecciones primarias ya es una tradición. Sin embargo, en el PP está resultando una aventura con final incierto.

Dicen que dos no se pelean si uno no quiere. Pero a ese refrán se le puede dar la vuelta, porque dos no hacen las paces si una de las partes se encuentra más cómoda en el conflicto permanente. Una de las primeras decisiones que ha adoptado Pedro Sánchez como presidente del gobierno ha sido la de rebajar la tensión con los independentistas, incluso dejando de lado el pacto que desde hace meses mantenía el PSOE con el PP y con Ciudadanos.

Los inmigrantes del Aquarius ya están en España. Han sido recibidos con un operativo de tal calibre, que parecía que nunca antes hubiera llegado un solo inmigrante a nuestras costas. Desembarcaban pocas horas después de que el ministro Ábalos dijera que esas personas podían haber muerto en medio del mar Mediterráneo de no haberlos acogido en España.