Los investigadores, liderados por el matemático José Ángel González Prieto, buscan que su algoritmo complemente al actual Sistema VioGén, activo desde 2007.
Muchos, yo el primero, escuchamos la radio siempre con una atención especial. Y no sólo Onda Cero por sus magníficos programas e informativos. Lo hacemos con todo porque tenemos algún problema auditivo. Normalmente el uso de cascos nos permite aislar el sonido de la emisora del ruido ambiente de la calle o del coche o de donde estemos.
La semana pasada les hablaba en este minuto tecnológico sobre la ética del algoritmo y la necesidad de un control humano que impida que procesos y decisiones matemáticas impecables perjudiquen a los más débiles o vulneren derechos fundamentales de la ciudadanía.
Si hay un conocimiento, una ciencia antigua que haya buscado siempre un fin práctico, esas son las matemáticas. Un saber que está ligado a la abstracción, a la lógica, al razonamiento y son la mejor forma de contar, calcular y medir. Y en un mundo tecnológico como el que vivimos, donde el Big Data y el algoritmo son el alma de la nueva economía digital, las matemáticas son ahora imprescindibles. Hace unas décadas estudiar matemáticas era algo que sonaba poco atractivo y las salidas profesionales terminaban casi siempre en la enseñanza de la propia materia. Ahora la demanda es tal que las facultades han subido las notas de admisión y los licenciados son reclamados por empresas de los sectores más diversos.
Muchas veces hemos hablado de la inteligencia artificial en este minuto tecnológico. Y no es para menos porque cada vez está más presente en nuestra vida. Dicen los expertos que el uso de internet, la capacidad de poder leer millones y millones de datos en poco tiempo y el poder extraer conclusiones mediante algoritmos, cada vez más perfeccionados, y luego el autoaprendizaje y la combinación con la robótica han disparado este crecimiento de la inteligencia artificial.
Esta semana he tenido la ocasión de asistir a uno de esos desayunos-conferencia que tanto se celebran en Madrid, en el que no hablaba un político. Esta vez la invitada era Fuencisla Clemares, la directora general de Google en España y Portugal. Y llenó. Al fin y al cabo es la voz en nuestro país de la que, con Apple, es una de las dos mayores empresas del mundo. Clemares repasó lo que para ella son los grandes retos tecnológicos: los asistentes virtuales, la interacción con la voz, el aprendizaje automático de las máquinas y en general la aplicación del algoritmo en todo los procesos como método de eficacia y mejora.
Esta semana he tenido la ocasión de asistir a uno de esos desayunos-conferencia que tanto se celebran en Madrid, en el que no hablaba un político. Esta vez la invitada era Fuencisla Clemares, la directora general de Google en España y Portugal. Y llenó. Al fin y al cabo es la voz en nuestro país de la que, con Apple, es una de las dos mayores empresas del mundo. Clemares repasó lo que para ella son los grandes retos tecnológicos: los asistentes virtuales, la interacción con la voz, el aprendizaje automático de las máquinas y en general la aplicación del algoritmo en todo los procesos como método de eficacia y mejora.