Desde hace tres días, el foco se sitúa en Valencia. Hoy nos queremos preguntar '¿A partir de ahora, qué?' y seguimos pensando en las víctimas. Esta ciudad debería estar preparándose para el inicio de sus fiestas más importantes, las Fallas, pero hoy no habrá 'Mascletá' ni los falleros desfilarán por las calles.
Valencia está de luto oficial por las 10 vidas humanas que se han perdido en el incendio del barrio del Campanar. A las 17:30 del jueves, 130 familias vieron su edificio de viviendas consumido por el fuego. Ellos y millones de españoles que seguimos en directo qué estaba pasando.
En pocos minutos, las llamas redujeron la edificación de 14 plantas casi a cenizas, solamente queda la estructura. Todavía no se sabe el origen del fuego en sí mismo, pero sí se conocen los motivos por los que se propagó con tanta violencia y rapidez: unas condiciones meteorológicas adversas y el revestimiento de la fachada.
Los vecinos tratan de reorganizar su vida
Los profesionales siguen trabajando en esclarecer qué pudo pasar, mientras los vecinos tratar de reorganizar su vida. Y por eso, ahora que termina la semana y que poco a poco empezamos a hablar de otras cosas, queremos saludar a Vicente, un vecino que vivía en la segunda planta de ese edificio, que relata que todavía siguen en estado de shock y anuncia que a partir de la semana que viene, la Generalitat valenciana va a dar a los vecinos unas viviendas mientras gestionan todos los trámites necesarios.
"Es curioso cómo ha cambiado todo porque yo los domingos me despertaba a las 8 escuchando tu programa y ahora estoy en otro sitio fuera de mi casa y con mi vida cambiada. Se ha quedado todo ahí porque yo salí a hacer deporte sin cartera y sin nada y estuve todo el día con la ropa de deporte", afirma.
A partir de ahora, hay que prestar atención a los trámites porque muchos de los vecinos pagaban la hipoteca y a pesar del fuego, esta no se cancela. En el caso de Vicente, él vivía de alquiler desde hace once años y también tendrá que empezar de cero: "Ayer nos tomaron nota de todo lo que necesitábamos cada uno. Por ahora, lo que está asegurado es el piso, un importe económico y ropa que han traído hasta desde Alicante. Estamos todavía a la espera de que nos comuniquen cuándo nos trasladan".
Sobre la figura de Julián, el conserje que se jugó la vida avisando puerta por puerta a la mayoría de vecinos, asegura que él siempre estaba pendiente de todos los vecinos: "Yo hablaba con él a diario y es así, muy natural, todos los días te abría la puerta o si se rompía algo, estaba a primera hora para ayudarte a arreglarlo".
Gabriela, vecina del barrio que vio el incendio desde su casa
También hablamos con Gabriela, una vecina del barrio cuya vivienda se encuentra enfrente de la incendiada, que reconoce la "vergüenza" que le da hablar de este tema al no ser "afectada directa". También asegura que día que pasa, día que se siente peor porque piensa que a lo mejor "en vez de quedarnos en el balcón mirando, si hubiésemos bajado a gritar o a ayudar a este héroe...tengo la sensación de que se podía haber hecho más de lo que se puso haber hecho".
Explica que es amiga de una familia que vivía en el edificio incendiado y cuenta que ellos salieron de su casa por el olor a humo, pero que nunca pensaron que había que salir por lo que finalmente pasó. También relata lo silencioso y triste que se ha quedado el barrio a raíz de la tragedia: "Yo tengo la guardería del niño que murió justo detrás. Escuché a las maestras cuando supieron la noticia, el lazo negro, en una guardería en la que todos los días son canciones".
El viento, uno de los grandes problemas
Gabriela explica que al ser un barrio de avenidas grandes, si en Valencia hay viento, allí "es como un ciclón, algo terrible" y ahora mismo hay la misma sensación que aquel día, "el mismo viento, ahora con tristeza": "Deberían tenerlo en cuenta a la hora de construir futuras estructuras por esta zona".
