ENTREVISTA EN POR FIN NO ES LUNES

Lucía, mi pediatra: "La vida es infancia y el resto es memoria"

Hay vocaciones inesperadas y vocaciones cumplidas. Este último es el caso de Lucía Galán, más conocida como 'Lucía, mi pediatra', que convirtió una traumática experiencia hospitalaria durante su niñez en la fuerza que la encumbró hacia su profesión soñada.

ondacero.es

Madrid | 12.06.2022 13:36

Lucía, mi pediatra: "La vida es infancia y el resto es memoria"

Ella sabe muy bien lo que es una infancia traumática, al menos, uno de los episodios que vivió. Con solo cinco años sufrió una enfermedad que la postró en una cama de hospital durante diez días y que la marcó hasta tal punto que cuando salió del centro, yendo de la mano de sus padres, les confesó que quería dedicarse a la pediatría para que "a ningún niño" le pasase lo que le había sucedido a ella.

Eso fue lo que Lucía Galán Bertrand les dijo a sus padres y 40 años después, le ha dado la vuelta a esa difícil experiencia a través de su propia clínica sanitaria familiar, 'Centro Creciendo', con una gran labor humanitaria con UNICEF y otra divulgativa que llega a más de un millón de personas con su perfil en redes sociales '@LuciaMiPediatra'. Fuerte, poderosa y capaz, esa niña cuya vocación era ser "médico de niños", lleva ya muchos años de profesión y está incluida en la lista Forbes, además de ser una referencia para el día a día de muchas familias.

Explica que a los cinco años sufrió sepsis meningocócica, junto con meningitis bacteriana, una enfermedad que la tuvo anclada a una cama de hospital, aislada e incomunicada, sin poder recibir visitas: "Después de estar allí más de diez días y diez noches, de los que recuerdo todo -tanto lo bueno como lo malo-, cuando me dieron el alta, bajé las escaleras de la mano de mis padres y les dije que de mayor quería ser médico de niños para que a ninguno le pasara esto otra vez. Y ahí marqué mi hoja de ruta que perseguí de forma incansable hasta que logré ser pediatra".

Reconoce que esa experiencia fue la que le dio una "fuerza tremenda" en todas las dificultades que se fue encontrando por el camino, pero también la fuerza de sus padres, que la apoyaron a pesar de todo y confiaron en ella incluso cuando ella misma no lo hacía y dudaba de sus posibilidades: "Y ahora, aquí estoy, casi 20 años de profesión y feliz de haber cumplido una vocación e intentar ahorrar sufrimiento a mis pequeños pacientes".