El ascensorista del Prado: "Me quedé encerrado con la reina Sofía"

Los ascensores cuando trabajaba Luis Lapausa eran de caoba y funcionaban con manivela. Cuenta el antiguo ascensorista que la reina Sofía y una de sus hijas se quedaron una vez encerradas en uno de los ascensores cuando él trabajaba. Advirtió a su superior de que iban a exceder el peso que aguantaba el elevador, pero le insistieron, y finalmente, la reina y quienes la acompañaban "tuvieron que pegar un saltito para superar el escalón que separa el ascensor de la planta", explica.

Luis tiene muchas anécdotas que compartir: compartió ascensor, entre otros, con Roger Moore. El intérprete del agente 007 se subió al ascensor, y cuando las puertas se abrieron, un grupo numeroso de personas que querían conocerlo se agolpaban junto a estas. "Parecía un hormiguero. Una señora me dijo: niño, por favor, déjame pasar que quiero verlo", relata Luis. Moore pidió que le abrieran el museo a puerta cerrada por la tarde porque era imposible verlo en aquellas condiciones.

Rock Hudson también fue al Prado y Luis lo subió en el ascensor para que viera Las meninas. Luis le pidió que le firmara un autógrafo y Hudson no accedió. "Este me firma cuando lo baje", cuenta Luis que pensó, pero finalmente se quedó sin forma porque "Hudson bajo por las escaleras".

LOS LIGONES DEL PRADO

Después de ser ascensorista durante cinco años, pasó a ser vigilante de sala. Asegura que ha tenido que expulsar gente del museo "que iba a ligar". Luis los califica como "los ligones del Museo del Prado". "Como eran tan pesados, teníamos que decirles que molestaban y los echábamos a la calle", asegura. También nos cuenta que un joven estadounidense se subió a la escultura 'Apoteosis de Claudio' de Andrea Calamecca, concretamente "al águila". "Rompió un trocito de la pata", cuenta Luis, que acompaño al joven a comisaría. El estadounidense al final se fue de rositas.

Los trabajadores del Prado tienen la suerte de poder a quedarse a solas con los cuadros durante la noche. "Cuando el museo se cierra, da miedo, porque hasta las tablas crujen", dice en cambio Luis. Acabó trabajando como carpintero para el museo. Asegura que sus cuadros favoritos son el 'San Andrés' de José de Ribera, porque le recuerda a su padre, y el fascinante lienzo de Las meninas.

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