Primera víctima política de las elecciones catalanas. Pere Aragonés, el hasta ahora presidente de la Generalitat, el hombre que decidió el cómo y el cuando se acudía a las urnas, ha sido el primer damnificado.
Los 13 escaños que se ha dejado su formación política le han hecho perder la hegemonía del independentismo a favor de un fugado ahora plenamente rehabilitado.
Se va Aragonés sabiendo que su apoyo es muy goloso tanto para los socialistas como para Junts pero no desvela por quien se inclinará. Ahora empiezan las negociaciones, los precios y el pago de facturas. Veremos por cuánto nos sale la broma esta vez.