La imagen del día son políticos preparando el petate de fin de semana para irse a las trincheras, al enfrentamiento político de precampaña en el que dedicarse todo tipo de improperios. El 28 de mayo está a la vuelta de la esquina y hay comunidades en las que la distancia entre PSOE y PP es menor a la de un nanosegundo en el metaverso. Sin embargo, es curioso como todos asumen que los debates locales dan menos votos que un buen tarascazo en clave nacional al vecino de enfrente.
Por ejemplo, Pedro Sánchez tizna y por eso su presidente castellano manchego, García Page, les ha dicho a nuestros compañeros de Toledo que Moncloa no cuente milongas que Europa no sigue la estela del presidente en la reforma de la malversación. Que más bien tiene pinta de que nos van a reconvenir por haber ablandado la condena para ese delito. Le conviene a Page marcar distancia lo mismo que a los artistas del gabinete de Moncloa hacernos creer que Bruselas va a la zaga de nuestro gobierno
