El término "tardosanchismo" se maneja hoy abundantemente en las columnas de opinión. Puede que estemos en el ocaso de una era. O no. Eso lo decidirán las urnas. Pero desde luego lo que es indudable es que esta legislatura será recordada, entre otras cosas, por el enorme daño institucional infligido.
Un presidente que ningunea al poder legislativo, 14 meses sin comparecer en el Senado, que no responde a periodistas hurtando a la sociedad las respuestas que precisa, 40 días sin ruedas de prensa. Un gobierno que día sí y día no acusa a los jueces de ser franquistas, fachas con toga o responder a intereses espurios.
Y la lista podría seguir. Catilina no paraba de conspirar contra la República romana. Hasta el punto de maquinar para hacerse con el poder absoluto. Y entonces Cicerón pronunció su famosa frase. ¿Hasta cuando abusarás Catilina de nuestra paciencia?
