"Si te digo la verdad, director, no tengo ni idea. Es más: hasta tu pregunta no se me había ocurrido ni pensar que la presencia de los presos en el Congreso pudiera tener influencia en el voto. En teoría, y estoy improvisando, no debiera tener ninguna. No acabo de ver que en Lugo alguien vaya a cambiar su papeleta por ver a cinco políticos presos en la Carrera de San Jerónimo y en el Senado. En Lugo, y supongo que en el resto de España, se trata de elegir alcaldes y parlamentos autónomos, y lo de los presos es otra historia. Bastante tiene el votante con decidir quién le gobernará mejor, le cobrará menos impuestos o le resolverá el tráfico, sin introducir un factor que depende de los jueces y que en nada afecta a su vida local o regional, salvo que sea catalán y le muevan los sentimientos. Quizá podría haber una excepción y sería la de Oriol Junqueras, que es candidato al Parlamento Europeo. Todo lo que sea salir en los periódicos y en la tele en días tan señalados se convierte en publicidad, seas preso o seas la persona más libre del mundo. Y esa imagen va a ser la que convoque a más fotógrafos y a más cronistas políticos y será, por tanto, la más publicada. El efecto propagandístico está asegurado. Pero creo que, de notarse, se notaría en Cataluña. Aquí lo importante es que los políticos que están en la cárcel ven reconocidos sus derechos y eso es lo que hará historia. Eso fortalece a la democracia. De la influencia en el voto, vaya usted a saber".