OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "No vale ser presidente e ignorar, por talante, que Rufián acaba de acusarte de secuestrar a Junqueras"

Está a punto de ser relevado el embajador de España en Washigton, Pedro Morenés, y en el tiempo de descuento ha hecho lo que más irrita a los independentistas, que se les dé réplica en un acto público. Se estaba celebrando un festival folclórico en el que participaba el gobierno de la Generalitat de Cataluña y en el acto inaugural, según cuenta La Vanguardia, se produjo un intercambio de pareceres entre Torra y Morenés.

@carlos__alsina

Madrid | 28.06.2018 06:50

Torra comenzó su intervención explicando la implacable persecución política, cultural y lingüística que sufre la comunidad catalana, que lucha contra un estado de emergencia, contra las injusticias que sufre el presidente Puigdemont en el exilio y los presos políticos, explicando por qué lleva él un lazo amarillo.

Después subió al escenario el representante de España en Washington, el embajador Pedro Morenés, para dar naturalmente la réplica a lo que acababa de escuchar en boca del señor Torra, para recordarle al presidente de la Generalitat que él representa a todos los catalanes, no sólo a los independentistas, para recordarle que en número de votos el independentismo no ganó las elecciones autonómicas.

El lazo que yo llevo, dijo Morenés, es el lazo en el corazón por los cientos de miles de catalanes que viven con miedo, aprisionados en su propia comunidad y que se identifican como catalanes y españoles. Cuando empezaron a escuchar este discurso en inglés del señor Morenés, muchos de los asistentes a ese acto, militantes de la causa independentista empezaron a protestar sonoramente.

Lo siguiente que ocurrió es que la delegación catalana en este acto se levantó de la mesa y abandonó la sala y a la salida, el president Torra hizo unas declaraciones y reclamó a Pedro Sánchez que lo cese inmediatamente.

Fue reveladora la sesión de control al gobierno de ayer. La respuesta del presidente a Gabriel Rufián, sobre todo.

Se puede tener muy bien talante, y un deseo sincero de rebajar la tensión, pero no vale, presidente, hacer como que no ha escuchado lo que se acaba de decir en el hemiciclo. O hacer como que sólo ha escuchado una parte.

Rufián, lo sabemos, es el diputado agitador que tiene el independentismo catalán en las Cortes. Con este estilo sobrado y desdeñoso con el que suple el poco peso que, en realidad, tiene en las decisiones que toma su partido. El estilo Rufián. De repartidor de certificados democráticos. Disfruta de la vida parlamentaria madrileña, en la capital del reino opresor con buen salario, mientras toma la palabra cada miércoles para perdonarle la vida a quien gobierna España.

Al presidente del gobierno le dicen, le espetan, le escupen en el Congreso que hay políticos secuestrados en las cárceles de España ¿y qué responde? Que por favor no llame hooligan a sus ministros. Que retire usted lo de hooligans. Oiga, que ha dicho que a Junqueras lo tiene usted secuestrado. ¿Cuál es la vara de medir del presidente?

Que de los secuestrados no dice nada, que tiende mansamente la mano (las manos) al sobrado Rufián y aún hace algo más: responsabilizar de la situación en Cataluña no al partido del señor que acaba de hablar(y que gobernó y gobierna la comunidad catalana), sino al predecesor de Sánchez en el gobierno de España, Rajoy, con quien él pactó el 155.

¿La fractura social es consecuencia de la falta de estrategia del anterior gobierno? ¿No puso nada de su parte Puigdemont, y su gobierno, para producir esa fractura social? ¿Esquerra Republicana no estaba alimentando esa fractura cada vez que ignoraba los derechos de la oposición en el Parlamento Autonómico? ¿En serio, presidente?

El afán por desinflamar, que dice la ministra Batet, distender, que dice Iglesias, desescalar, que dice Colau, el afán por el apaciguamiento no significa tener que borrar de ka memoria todo aquello que el rodillo independentista hizo en Cataluña en septiembre y octubre ni todo aquello que el PSOE, sacando la cara por la legalidad y por sus alcaldes, dijo en aquellos días.

Miren lo que hacía, por ejemplo, Esquerra Republicana. El gobierno de Esquerra y el PDeCAT. Ordenar a los mossos de esquadra que identificaran a los asistentes que encabezaron la manifestación de Sociedad Civil Catalana de marzo del año 17. Saber quiénes son y qué profesiones tienen los asistentes. No sólo quienes llevan la pancarta, también una señora que conducía un camión y a la que se investigó para saber su ocupación y su lugar de trabajo. Esta información que revela El Periódico y que tiene su origen en los papeles de la incineradora, aquella documentación que la jefatura de la policía autonómica ordenó destruir en octubre: informes confidenciales, reservados, que se salvaron de la quema por la actuación de la policía nacional y que, pese a estar rotos en pedazos, han podido ser reconstruidos. Los mossos investigando a los manifestantes contra la independencia por el hecho de serlo, contarios al procés.

Ésta fue una de las manifestaciones que tanto irritaron a gentes como Rufián. Ayer le recriminó al PSC, otra vez, que se manifestara junto al PP y Ciudadanos, pecado mortal. Y le recriminó también al PSC que se haya aliado con el PP y Ciudadanos para hacerse con la alcaldía de Badalona. Miren cómo cambian las cosas para Rufián: si Sánchez se alía con él para echar al PP del gobierno (echar, como le gusta decir a él), es democracia; pero si el PSC se alía con Albiol para echar a En Común de la alcaldía de Badalona, entonces es robar.

Que hable usted menos con el PSC y más con nosotros. ¿Robar la alcaldía a Dolors Sabater? Les recuerdo los resultados de las elecciones municipales en Badalona: PP, 10 concejales; En Comun, 5; PSC, 4; Esquerra, 3. Está gobernando el PSC con el apoyo de PP y C’s. O sea, quince concejales frente a los 12 que tiene la amalgama soberanista. A esto Rufián le llama robar. El repartidor de certificados de democracia.