OPINIÓN

Monólogo de Alsina: "La paz de Putin"

Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la "paz" que busca implantar Vladimir Putin en Ucrania mediante la guerra, la cual no terminará "hasta que el gobierno ucraniano sea depuesto y el país entero, desarmado".

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Carlos Alsina

Madrid | 04.03.2022 09:32 (Publicado 04.03.2022 08:40)

Los dos son morenos,con el pelo largo, parecidos el uno al otro como si fueran hermanos. Que es lo que son. Martín y Diego.De seis y cuatro años. Usted no los ha visto nunca pero quizá si ha escuchado hablar de ellos. Quizá sí escuchó ayer en este programa hablar de ellos a su padre, Juan Antonio Luna.

Desde Cracovia nos contaba ayer que tenía a la mujer y los hijos en un pueblo de la región de Kiev: la madre viajó en a finales de enero con los críos a visitar a la abuela y justo en la semana que iban a haber regresado a Córdoba Putin inició el bombardeo de Ucrania.

Juan Antonio viajaba a Kiev para reunirse con su mujer e hijos, pero alguien hizo el viaje por él

El plan de Juan Antonio era viajar en tren desde Varsovia hasta Kiev y buscarse la vida para ir, después, de la estación al pueblo de su suegra. Lo que sea, nos dijo, con tal de poder reunirse con su mujer y sus hijos y estar juntos para afrontar lo que viniera. Esta mañana esperaba llegar a Kiev. Pero no lo ha hecho.

Juan Antonio Luna no llegó a entrar ayer en Ucrania. No llegó hasta Kiev, ciudad en guerra, porque alguien hizo el viaje por él. En esta nota de voz que envió anoche a la productora de este programa, María Jesús Moreno, él mismo explica cómo fue.

Esta ciudad de Lviv, o Leópolis, donde están ahora Diego y Martín con su madre, está a noventa kilómetros de la frontera polaca y es la última parada que decenas de miles de ucranianos han hecho antes de alcanzar Przemysl (Prezemsil), el lugar que, ya en Polonia, estamos viendo estos días en la televisión porque es donde más refugiados han llegado en la última semana.

Irene Maxinovich, ha conseguido llegar con su familia a Lviv

Lviv, o Leópolis, es también la ciudad a la que ha conseguido llegar, con su padre y sus dos hijos, Irene Maxinovich, la profesora de español con la que hablamos el viernes pasado mientras viajan en el coche, temiendo quedarse sin gasolina, desde Kriviv Rih, en el centro del país, hacia el oeste. Ayer consiguió esta familia completar el viaje.

Tienen Polonia ya a sólo una hora, pero van a quedarse en Lviv porque el hijo, veinte años, no está autorizado a salir del país

Tienen Polonia ya a sólo una hora, pero van a quedarse en Lviv porque el hijo, estudiante de Filología, veinte años, no está autorizado a salir del país. Los hombres están todos a disposición de las necesidades de Defensa.

Hay cientos de miles de familias quebradas, con los hombres empuñando las armas, las mujeres con los niños emprendiendo viaje con lo puesto.Un millón de desplazados, mujeres y niños sobre todo, han llegado ya a territorio de la Unión Europea.

El compromiso alcanzado por los gobiernos de Rusia y Ucrania para habilitar corredores humanitarios, es decir, rutas seguras para que las familias puedan abandonar las ciudades en guerra, anticipa que a ese millón de refugiados se sumarán quién sabe si otro millón, o dos, o cinco.

Hay cientos de miles de familias quebradas, con los hombres empuñando las armas, las mujeres con los niños emprendiendo viaje con lo puesto

ACNUR reclama que se preserve a la población civil de la violencia extrema de la guerra. Lo hace a sabiendas de que la población de muchas ciudades ucranianas ya se ha visto expuesta a los bombardeos rusos y aguarda la embestida de las tropas por tierra. Y por mar, en el caso de Odesa y las ciudades del Mar Negro.

Putin prometió a Macron detener los ataques a civiles y, en efecto, no lo ha hecho

Putin le prometió a Macron detener los ataques a la población civil y ya hemos visto estos días que, en efecto, no lo ha hecho.

Macron defiende que ha de mantener abierto este cauce de diálogo con el ruso aunque sólo sea para decirle las cosas con franqueza. Lo cierto es que el ruso, en sus conversaciones con el francés, ha demostrado cualquier cosa menos franqueza.

Putin, un perfecto embustero que consiguió que algunos gobiernos europeos dudaran de la información de inteligencia de Estados Unidos

Hace quince días aún le estaba prometiendo que no entraba en sus planes ---a quién se le podía ocurrir--- invadir Ucrania, mucho menos bombardear Kiev o Mairupol, él estaba replegando sus tropas de la frontera concluidas las maniobras militares y todo aquello. Un perfecto embustero que consiguió que algunos gobiernos europeos dudaran de la información de inteligencia que estaba proporcionándoles Estados Unidos.

Esto no para hasta que el gobierno ucraniano sea depuesto

Ahora que los misiles se han llevado ya por delante aeródromos, cuarteles, edificios oficiales, bloques de viviendas, ahora que los soldados rusos desfilan por el centro de Jersón y que los tanques avanzan hacia Kiev desde Bielorrusia, Putin le ha dicho a Macron que esto no para hasta que el gobierno ucraniano sea depuesto y el país entero, desarmado. Ucrania tiene que tragar con declararse país neutral, o no alineado, que diría Ione Belarra.

El análisis que se hace en la presidencia francesa se resume en seis palabras: ‘Lo peor aún está por llegar’.

"Es Occidente quien ha empujado a Rusia a la guerra"

Claro que el ministro Lavrov sigue abonado a la salmodia de siempre: es Occidente quien ha empujado a Rusia a la guerra.

Amagar con la guerra nuclear es la maniobra que siempre tiene a mano el Kremlin para disuadir a los países de Occidente de acudir en apoyo de los ucranianos. Es que si ayudan a Ucrania pueden desencadenar la guerra nuclear. La culpa siempre acaba siendo nuestra.

Fue Putin quien voló la vía diplomática

Irene Montero no va con Putin, pero en este argumento sí hay coincidencia. Es que si armamos a los ucranianos podemos desencadenar una guerra aún peor, luego... sigamos tocando la lira.

Todos los esfuerzos a las vías diplomáticas y al acuerdo de paz. Qué esfuerzos serán esos que a juicio de la ministra no se están haciendo. Qué será eso de apostar a las vías diplomáticas y en qué acuerdo de paz, con qué términos, estará pensado Podemos. Que persevera en hablar de esta guerra como si aún pudiera evitarse cuando fue Putin quien voló la vía diplomática por la que los gobiernos europeos estaban apostando al sembrar de misiles el mapa de Ucrania.

Hay que pararle los pies a Putin, repiten a coro las ministras moradas. ¿Cómo?, se les pregunta. Ah, por las vías diplomáticas, dialogando con él

Hay que pararle los pies a Putin, repiten a coro las ministras moradas. ¿Cómo?, se les pregunta. Ah, por las vías diplomáticas. Dialogando con él, explicándole lo dolorosa que es la guerra, invocando ¡ante Putin! los derechos humanos.

Es decir, todo eso que ya se hizo y a lo que el ruso reaccionó invadiendo Ucrania, bombardeando Kiev y expulsando de su país a un millón de personas.

No parece que la fórmula morada haya servido para pararle los pies a quien no tiene voluntad alguna de parar.

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