¿Hay alguna posibilidad de convivir pacíficamente, con respeto mutuo y que no acabemos siempre viendo noticias en la página de sucesos? El año pasado en las carreteras españolas ya pasó algo que nunca antes en la historia había ocurrido. Más de la mitad de las víctimas en las carreteras ya eran personas que no iban en coche. O eran peatones, o motoristas o ciclistas.
Dos sucesos corroboran el peligro que corren los ciclistas en la última semana. El más reciente, el sábado en Italia todo un equipo ciclista profesional entero, el Bora, fue víctima de un atropello múltiple en una carretera cerca del Lago di Garda. Tres de sus principales ciclistas han acabado en el hospital con fracturas, con conmoción cerebral y dos de ellos con fracturas en vértebras. Esta misma fractura en una vértebra es la que le tiene postrada en la cama desde hace un a semana a Enara López Gallastegui. Una ciclista vasca de 23 años, que es una gran promesa del ciclismo profesional. Hace tan sólo unos días fichó por el primer equipo ciclista profesional femenino de Galicia, el Team Farto-BTC. Y la semana pasada fue arrollada por un coche en una carretera de Burgos donde vive Enara.
Los coches no cumplían la distancia de seguridad
"Estaba muy ilusionada, ahora bastante dolorida, nos toca estar tres semanitas en la cama", asegura Enara, que tiene aplastada la vértebra D9, contusiones por todo el cuerpo, especialmente en la cabeza y las piernas. "Pasaron varios camiones muy seguidos y sin cumplir la distancia de seguridad. Después noté el impacto de este coche que tampoco respetaba la distancia de seguridad porque yo iba por el arcén", lamenta.
Ella vive profesionalmente de la bicicleta, pero asegura que los conductores ni siquiera respetan que dos ciclistas vayan en paralelo y que ya había sufrido insultos. "Tengo miedo de ir en bibicleta y estar todo el día mirando para atrás", asegura. ¿No hay forma de que puedan vivir en la carretera ciclistas y vehículos?
