Lola Rodríguez se siente con "muchas ganas" e "ilusión" ante la oportunidad de dar el pregón porque quieren transmitir muchos mensajes y es una buena noticia que "por fin" les den espacio para "alzar" la voz.
En el año 2018, Lola se hizo muy popular en redes sociales porque se puso un vestido hecho con trozos de las banderas de los países donde la homosexualidad o transexualidad estaban perseguidas.
Reconoce que no conserva el vestido porque forma parte de una iniciativa muy especial por la que lo usa una modelo de cada país -la mayoría, mujeres trans-: "Es el vestido arcoíris porqu ela idea es que cuando un país cambie su ley, se pondría una bandera arcoíris ahí para que finalmente todo el vestido se convierta en un gran arcoíris".
Afirma que le llena de "esperanza" la noticia de Villanueva de Algaidas, el pueblo de Málaga que ha colocado más de 400 banderas arcoíris por sus calles. El ayuntamiento colocó una gran bandera que tuvo que retirar después de que tres vecinos denunciasen el acto ante la Guardia Civil y la reacción del pueblo no se hizo esperar.
"Tenemos que estar todos unidos y entre todos empezar a apoyarnos porque nuestra lucha LGTBI es de todos, contra el machismo y el racismo, y tenemos que unirnos y apoyarnos", asegura.
Sobre su personaje en la serie, dice que ha leído todo de ella y que ya conocía desde bien pequeña a La Veneno: "A los 9 años me informé porque no sabía cómo llamar a lo que me estaba pasando, así que llegué a ella y me enamoré porque me pareció una mujer muy valiente y una súper heroína que salió de un sitio muy oscuro".
"He tenido dificultades, sobre todo, porque ser menor trans era algo muy complicado. Yo afortunadamente tuve unos padres que me apoyaron, pero me pone muy triste tener que apelar a la suerte para que un niño o niña trans pueda ser quien es. Todos los padres tienen la obligación de querer a sus hijos y ha de ser lo normal que se quiera, apoye y empodere a las personas trans, sin importar su edad. Todos tenemos que tener la misma oportunidad y no tenemos que depender de la suerte porque la sociedad no tiene que ir por ahí", concluye.