Lucía Etxebarría explica que "hay 17.000 niñas en España en riesgo de ablación" y que "dejar desatendidas a 17.000 niñas menores de edad y ciudadanas españolas, me parece vergonzoso". Opina que "el relativismo cultural en estos casos no es de recibo" y que "se supone que los padres somos garantes de la salud y de la integridad de nuestros hijos".
Julián Casanova califica esta práctica como "una violación de los derechos humanos que refleja una profunda desigualdad entre sexos y constituye una forma extrema de discirminación contra las mujeres", y afirma que "tiene que ser tratado por la justicia internacional" y que "tiene que haber una importante labor de educación, una revisión de la legislación y un acuerdo en el procedimiento de persecución".
Cristina Losada comenta que "todos estamos de acuerdo en que es una práctica espantosa". Cree que "la información y la pedagogía son esenciales y la parte más importante y deben estar enfocadas de un modo que lo acepte esta gente" y que "va a ser muy difícil condenar a la gente".