Convivir a diario con las molestias de la humedad de las axilas, intentar disimular lo mojada que lleva la ropa, evitar el contacto físico con otras personas y sentir inseguridad o vergüenza por el «qué dirán», son solo algunas de las incomodidades que, a diario, deben enfrentar las personas con un exceso de sudoración axilar injustificado, una condición conocida como hiperhidrosis axilar.
«La hiperhidrosis es un trastorno de la sudoración caracterizado por una sudoración excesiva que, no necesariamente, está inducida por la exposición a un ambiente caluroso, la realización de alguna actividad física intensa o por experimentar situaciones de estrés profundo», comenta el doctor Ignacio Sánchez-Carpintero, Jefe de la Unidad de Dermatología en Clínica Dermatológica Internacional.
Tal y como recoge Quirónsalud, aunque puede afectar a distintas partes del cuerpo, la hiperhidrosis se manifiesta principalmente en las manos, las axilas, la cara y en las plantas de los pies. La hiperhidrosis axilar es una de las más incómodas y frecuentes.
«En las axilas se concentran del 2 al 4% del total de las glándulas sudoríparas de todo el cuerpo, es una zona donde la sudoración es frecuente y, por su anatomía, el sudor suele quedar atrapado y ser visible».
