EN BUENAS MANOS

El lipofilling vulvovaginal mejora la salud y la calidad de vida de las mujeres con síndrome genitourinario

Tal y como recoge Quirónsalud, la causa del Síndrome genitourinario es la deprivación de estrógeno. El tracto genitourinario femenino es particularmente sensible a los efectos de esta hormona ya que son tejidos con un alto número de receptores estrogénicos. La consecuencia es la disminución del colágenos y elastina de los tejidos, la reducción de la vascularización del tejido, adelgazamiento de epitelio y reducción de la elasticidad.

Redacción

Madrid | 15.03.2022 10:26

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El lipofilling vulvovaginal mejora la salud y la calidad de vida de las mujeres con síndrome genitourinario | Redacción

Entre el 70 y el 80% de las mujeres postmenopáusicas sanas, a partir de los 55 años empiezan a sufrir una serie de síntomas relacionados con la falta de estrógeno. Estos síntomas se recogen en lo que llamamos Síndrome genitourinario, anteriormente conocido como atrofia vulvovaginal.

Tal y como recoge Quirónsalud, la causa del Síndrome genitourinario es la deprivación de estrógeno. El tracto genitourinario femenino es particularmente sensible a los efectos de esta hormona ya que son tejidos con un alto número de receptores estrogénicos. La consecuencia es la disminución del colágenos y elastina de los tejidos, la reducción de la vascularización del tejido, adelgazamiento de epitelio y reducción de la elasticidad.

Síntomas principales del síndrome genitourinario

Los tres síntomas principales de este síndrome son las infecciones de orina de repetición, la sequedad vaginal y la dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales).

«Habitualmente las pacientes llegan a la consulta con estos problemas» explica la Dra. Marta Yuste, especialista en cirugía íntima del Servicio de Cirugía plástica estética y regeneradora del Hospital Universitari Dexeus del Institut Ruiz Castilla. «Los tres son consecuencia de un cambio ANATÓMICO Y de pH en la zona vaginal debido a la falta de estrógenos».

Durante la fase estrogénica del ciclo menstrual, las células de la vagina son capaces de metabolizar la glucosa, el nutriente principal del lactobacilo encargado de mantener el pH sano. Con la menopausia, finaliza el aporte de estrógeno y el lactobacilo desparece de nuestra microbiota dando paso a otras bacterias que modifican el pH.

«Lo que vemos es que las paredes de la vagina han perdido volumen y no tienen pliegues internos además de presentar un color nacarado en vez del color rosado sano» afirma la Dra. Yuste. «Todos estos cambios afectan en mayor o menor medida a la calidad de vida de estas mujeres y a sus relaciones sexuales».