Algunos alimentos tienen sustancias naturales con efectos farmacológicos que afectan directamente al sueño. Un grupo especial son las llamadas metilxantinas como la cafeína, la teobromina y la teofilina.
Tal y como recoge Quirónsalud, son especialmente ricas en estas sustancias algunas bebidas tomadas como estimulantes del sistema nervioso central (SNC) como café, té, cacao, mate, colas y guaraná.
El Dr. Francesc Segarra, responsable de la Clínica del Sueño del Hospital Universitari General de Catalunya y del Hospital Quirónsalud Vallès nos habla de la cafeína y de la acción de esta sustancia sobre el sueño. Las semillas maduras, desecadas y tostadas del café, se usan como estimulante en forma de infusión. Además, es diurético y estimulante de la secreción gástrica. El efecto laxante y diurético se debe a su acción bloqueante de los receptores de adenosina en el colon y los riñones.
Las bebidas carbonatadas más populares en Occidente son las colas y casi todas contienen cafeína.
El trastorno del sueño inducido por cafeína produce típicamente insomnio, si bien algunos individuos, coincidiendo con períodos de abstinencia, pueden acudir a la consulta quejándose de hipersomnia y somnolencia diurna. La cafeína ejerce un efecto dosis-dependiente; a medida que aumenta su consumo se incrementa el estado de vigilia y disminuye la continuidad del sueño.
Los registros polisomnográficos practicados en individuos muestran una latencia del sueño más larga, un aumento de la vigilia y una disminución del sueño de ondas lentas.
La interrupción brusca del consumo crónico de cafeína puede dar lugar a hipersomnia. Algunos individuos experimentan también hipersomnia entre taza y taza de café, es decir, en esos momentos en los que el efecto estimulante inmediato desaparece.
Debido a que la cafeína es un estimulante, la mayoría de personas la toman por la mañana para permanecer alerta durante el día. Es importante anotar que la cafeína no puede reemplazar el sueño, puede hacernos sentir más alerta temporalmente al bloquear en el cerebro las sustancias químicas inductoras del sueño y al aumentar la producción de adrenalina.