El uso de la mascarilla como medida individual de protección ante la Covid-19 está provocando el empeoramiento entre la población de problemas de la piel como la rosácea, según advierten diversos expertos. De acuerdo con los datos publicados en la revista Medicina de Familia de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), una de cada diez personas sufre esta enfermedad inflamatoria crónica.
Tal y como recoge Cinfa, la rosácea se caracteriza por episodios transitorios de rubor, enrojecimiento, capilares dilatados muy visibles, pápulas y granitos, que recuerdan a los del acné adolescente.
Más frecuente en mujeres y entre los 30 y 50 años de edad, afecta sobre todo a la piel del área central del rostro -nariz, mejillas, mentón, frente y entrecejo-, que son las zonas donde se produce más sebo.
Consejos para controlar la rosácea durante la pandemia:
Extrema el cuidado de la piel.
Emplea en tu piel limpiadores sin jabón, que irritan y resecan menos, además de que ayudan a aliviar síntomas como la irritación, el picor y el eritema. Tras la limpieza, es recomendable el uso de una loción con propiedades emolientes, hidratantes o calmantes, aplicada con un masaje suave.
Protégete de las radiaciones solares.
Aplícate diariamente productos cosméticos con filtros solares con un factor mínimo de 30, con el fin de mitigar el efecto de las radiaciones UVA, UVB e IR-A sobre tu piel.
Utiliza una mascarilla que se adapte a tu rostro.
Minimizarás las agresiones sobre la piel y reducirás el riesgo de exacerbación o empeoramiento de los síntomas. También es conveniente alternar distintos modelos, de manera que no sea siempre la misma área del cutis la que recibe los roces y presiones.
Añade cuidados faciales extra.
En la piel con rojeces sin lesiones inflamatorias (granos), podemos utilizar tratamientos de belleza, como sérums, contorno de ojos…, que miman y cuidan la piel más en profundidad.
El maquillaje como opción.
Existen bases de larga duración no comedogénicas que cubren los defectos e irregularidades de la piel, y también maquillajes específicos que contienen pigmentos verdes que ayudan a disimular las rojeces.
Evita los cambios bruscos de temperatura.
Y, si es posible, los vientos fuertes y los climas o ambientes fríos, ya que son factores desencadenantes de afecciones cutáneas.
Huye de los ambientes cargados de humo.
Además, si fumas, reduce o elimina el consumo de tabaco. Recuerda que la nicotina puede provocar que aparezcan más capilares en tu piel.
Modera el consumo de bebidas alcohólicas.
Incluso las pequeñas cantidades de alcohol producen vasodilatación y pueden provocar una intensa ruborización, agravando un problema existente.
No abuses de las comidas picantes.
Lleva una dieta mixta, equilibrada y moderada.
Aprende a relajarte.
Mejora tus técnicas respiratorias y practica regularmente actividades como relajación muscular, meditación, mindfulness o yoga. Esto te ayudará a manejar mejor el estrés y a reducir la ansiedad u otras emociones negativas, más frecuentes en una época como la actual.