El pasado martes, Laura Arber acudió con sus hijos al un local de la cadena McDonalds en Aldershot, Inglaterra, para recoger su pedido de comida.
Al llegar a casa, y comenzar a comer se dio cuenta de que su hija Maddie de seis años se estaba ahogando. "Mi hija empezó a asfixiarse y le metí los dedos en la garganta.”
Fue en ese momento cuando sacó de la boca de la pequeña una mascarilla integrada dentro de un nugget. “Pensé, ¿qué diablos es esto? Ni siquiera creí que pudiera ser el nugget de pollo, pero miré en la caja y observé el material azul saliendo de otro nugget en la caja de 20", ha afirmado la madre al diario Hampshire Live.
“Mi niña podría haber muerto. Era claramente una mascarilla, porque se podía ver por su costura y solidez", comentó horrorizada la madre.
Tras el incidente Laura Arber se dirigió al establecimiento donde había adquirido su comida, y tras denunciar los hechos, el encargado le comentó que ese producto viene cocinado de fábrica y observó estupefacta como se seguían vendiendo esos productos en el local.
Esta madre ha denunciado este hecho a través del grupo de Facebook de Aldershot para alertar a sus vecinos sobre este incidente.
Desde McDonald's han lamentado este suceso: “la seguridad alimentaria es de suma importancia para nosotros y ponemos gran énfasis en el control de calidad, siguiendo estándares rigurosos para evitar imperfecciones, comentó un portavoz de la compañía.