En un comunicado, la Policía Nacional ha informado de que las víctimas eran de origen humilde y la organización les ofrecía ejercer la prostitución en buenas condiciones laborales y económicas a cambio de contraer una deuda de 3.000 euros con la organización, mientras que cuando llegaban eran explotadas sexualmente bajo coacción y amenaza.
La investigación de la policía ha concluido que la organización estaba formado por cuatro hombres y cuatro mujeres de origen español y venezolano y que se encontraba perfectamente estructurada. Una captadora buscaba a mujeres jóvenes en Venezuela a las que informaba de que si contraían una deuda con la organización de 3.000 euros, en concepto de transporte y gestiones de viajes, podrían viajar a Barcelona para ejercer la prostitución en muy buenas condiciones y que, teniendo en cuenta la demanda, en poco tiempo saldarían la deuda.
Una vez llegaban a la capital catalana, las víctimas eran recibidas por un miembro de la organización que las trasladaba al domicilio donde ejercerían y, en alguna ocasión, el máximo responsable de la organización les exigía "una demostración práctica" para comprobar su idoneidad para prestar los servicios sexuales. Cuando ya se encontraban instaladas, les informaban sobre las verdaderas condiciones de trabajo que tendrían que afrontar y eran coaccionadas y amenazadas para que cumplieran con las exigencias que les imponían, como los horarios mucho más prolongados y el abono de una cantidad semanal en concepto de alojamiento y manutención.
En el operativo policial, se detuvo a los ocho integrantes de la organización criminal y se registraron cuatro prostíbulos en los que intervinieron 9.400 euros en metálico, material informático y teléfonos móviles, así como documentación relacionada con las actividades delictivas. A los ocho detenidos se les imputan los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, contra el derecho de los ciudadanos extranjeros, y un delito por pertenecer a una organización criminal.