Una guardia civil tuvo que hacerse cargo de un bebé y alimentarlo, después de que su padre sufriese un amago de infarto mientras conducía. Aunque en el coche iban ambos progenitores, la guardia civil, del Subsector de Tráfico de la Benemérita de Las Palmas de Gran Canaria, tuvo que dar el biberón al niño ante el nerviosismo que mostraba la madre tras el incidente.
"Un auxilio en carretera de lo más peculiar", califica lo sucedido la Guardia Civil en un tuit, en el que también ha publicado una foto de la mujer con el niño.
El incidente tuvo lugar el pasado miércoles a las 13.00 horas. El 112 informó a la Guardia Civil de la existencia de un vehículo parado en la GC-3, sentido sur. Al parecer, su conductor no se encontraba en buen estado de salud con todos los síntomas de estar infartado.
Al lugar acudió inmediatamente una patrulla del Subsector de Trafico de Las Palmas, donde los agentes de la Agrupación de Tráfico aplicaron un protocolo de seguridad para estos casos, solicitando una ambulancia en la que trasladaron a su conductor al Hospital Insular.
Paralelamente, la Guardia Civil también asistió a la familia del conductor en la referida vía -cónyuge y menor-, los cuales fueron posteriormente también trasladados al hospital en su propio vehículo, conducido por uno de los componentes de la patrulla. A día de hoy el hombre auxiliado se encuentra en buen estado de salud y ya ha regresado con su familia a su país de origen.