Uno de los principales escudos ante las alergias son los antihistamínicos. Estos medicamentos tratan los síntomas de la alergia impidiendo el efecto de la histamina, que es una molécula que envía señales entre células, según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
Sin embargo, el uso de estos puede producir efectos secundarios.
Cómo ayudan y se toman
Los antihistamínicos tratan síntomas de la alergia como la congestión, secreción nasal, los estornudos o la picazón. Asimismo, pueden paliar la hinchazón de las vías nasales, la urticaria y otras erupciones cutáneas y la picazón y secreción de los ojos.
Estos medicamentos se pueden suministrar a través de varias vías, entre las que se encuentran las píldoras, masticables, cápsulas, líquidos, aerosoles nasales, y gotas para los ojos.
Efectos secundarios
Desde el mismo portal de salud señalan que se cree que el uso de antihistamínicos es seguro para todos los mayores de dos años. Además, destacan que en el caso de las embarazadas se recomienda consultar con el proveedor de estos medicamentos.
En este sentido, se recomienda que tengan "precauciones especiales" aquellos que consuman antihistamínicos y padezcan:
- Diabetes
- Próstata agrandada o problemas para orinar
- Epilepsia
- Enfermedad cardíaca o presión arterial alta
- Aumento de la presión en los ojos (glaucoma)
- Hiperactividad de la tiroides