Según fuentes policiales, uno de los captores se presentó en el domicilio de la madre del secuestrado para cobrar el pago exigido y fue inmediatamente detenido, ya que la mujer había alertado a los agentes del secuestro. Asimismo, después de que los agentes avisaran al grupo de investigación para localizar y liberar al secuestrado, este "apareció andando" hacia su domicilio y negó los hechos.
En pocos minutos, y ante la evidencia de las marcas de ligaduras y quemaduras de cigarrillos en brazos y piernas, la policía averiguó que el hombre había sido liberado con la condición de desmentir lo sucedido y que así, el detenido pudiera quedar en libertad.
Desde hacía meses, el secuestrado y sus captores mantenían una relación de "socios" y ante la imposibilidad de pagar la cantidad reclamada, los detenidos intentaron quitarle el piso a la familia "cambiándoles la cerradura de la puerta" y "supuestamente, darles un ultimátum para que lo abandonasen".
El secuestro se produjo en el domicilio y ante sus familiares, y entre las intervenciones hay una grabación de vídeo en la que "se ve a la víctima, embozada y atada con bridas a una silla, suplicando a sus captores que la liberen". Los detenidos, de origen español y con numerosos antecedentes policiales, han pasado a disposición judicial.