Cambiar el cepillo de dientes es fundamental para mantener una correcta higiene bucodental. Además de provocar problemas en la boca como serían las caries o la gingivitis (inflamación de las encías con tendencia a sangrado), el no lavarse los dientes de la manera apropiada puede desencadenar otro tipo de enfermedades cardíacas o diabetes, según la doctora Michelle Kelman, profesora de la Facultad de Odontología de la UCLA.
Por ello, los expertos recalcan la importancia de lavarse los dientes con frecuencia, al menos tres veces al día, aunque lo mejor sería después de cada vez que ingerimos comida. E insisten en la necesidad de cambiar el cepillo de dientes y usar otro tipo de productos que complementen el cepillado, como sería el hilo dental.
¿Cada cuánto hay que cambiar el cepillo de dientes?
Según ha explicado a Onda Cero la doctora Clara Hernández -Vallejo, habría que cambiar el cepillo de dientes "mínimo cada dos o tres meses" o "cuando muestre signos de desgaste".
Asimismo, la doctora Hernández- Vallejo asegura que también es recomendable usar un nuevo cepillo de dientes después de haber pasado un resfriado, gripe u alguna infección bucodental. Además, aconseja nunca compartir el vaso del cepillo de dientes con otros miembros de la casa, "porque se contaminan los cepillos intercambiando bacterias".
¿Por qué es importante cambiar el cepillo de dientes?
Los odontólogos señalan que hay que tirar el cepillo de dientes viejo a la basura y cambiarlo por uno nuevo no solo por el desgaste de las cerdas, que al abrirse demasiado dejaría de ser efectiva a la hora de la eliminación de la placa bacteriana, sino porque también habría acumulado una gran cantidad de bacterias.
Consejos para lavar correctamente los dientes
Por su parte, la experta aporta algunos consejos para aprender a lavarse los dientes de la mejor manera:
- No mojar el cepillo de dientes antes de usarlo.
- Cepillar también la lengua y las encías.
- No apretar demasiado con el cepillo.
- Usar coadyuvantes como el hilo dental.
- Dejar secar el cepillo al aire libre para que no proliferen bacterias.
- Que el tiempo de lavado no sea inferior a tres minutos.
