¿Alguna vez has reflexionado sobre el papel fundamental que desempeña tu piel? Más que un simple manto que envuelve tu figura, la piel constituye el órgano más extenso de tu cuerpo.
Su importancia va más allá de lo superficial, ya que es esencial en funciones vitales como la protección contra elementos externos, la regulación térmica y la capacidad de experimentar sensaciones táctiles del entorno que te rodea.
De acuerdo con los expertos, conocer tu tipo de piel es el primer paso para cuidarla adecuadamente. Por este motivo, Marina Canseco, dermatóloga en el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, diferencia entre los siguientes tipos de piel:
- Piel seca: es esencial el uso de productos que contengan ceramidas y liposomas, que ayudan a reparar y nutrir la piel. También son importantes los emolientes como la lanolina y los humectantes como la glicerina, que contribuyen a mantener la humedad en la piel.
- Piel sensible: lo ideal es optar por productos suaves que incorporen componentes antiinflamatorios como la niacinamida, que ayudan a reducir las irritaciones.
- Pieles grasas o mixtas: se recomiendan fórmulas libres de aceite y no comedogénicas, que ayudan a controlar el exceso de brillo y a minimizar la apariencia de los poros.
Independientemente del tipo de piel, la doctora enfatiza la importancia de los antioxidantes como las vitaminas C y E, y el ácido hialurónico, que son cruciales para combatir los daños diarios y mantener la piel hidratada. Además, subraya la necesidad de un protector solar con SPF 50 para proteger la piel de los daños causados por el sol.
¿Cómo puedes cuidar tu piel paso a paso?
Los especialistas recomiendan llevar a cabo el cuidado de la piel mediante la realización de una rutina diaria de limpieza y cuidado para mantenerla saludable. A esta rutina se le denomina Skin Care.
La doctora Ana Molina, dermatóloga en la Fundación Jiménez Díaz y profesora de Dermatología en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), sugiere comenzar con una rutina básica de cuidado de la piel durante la adolescencia, y ofrece las siguientes consideraciones generales:
- Adolescencia (13-19 años): entre los cambios hormonales que los adolescentes enfrentan, es común el acné. La clave es mantener la piel limpia, usar protector solar y, si es necesario, aplicar tratamientos específicos para el acné.
- 20 años: introducir productos antioxidantes y mantener la protección solar. Es un buen momento para empezar a usar hidratantes que mantengan la piel equilibrada.
- 30 años: con el inicio de los signos de envejecimiento como líneas finas y pérdida de elasticidad, es aconsejable incorporar productos con retinoides y ácido hialurónico.
- 40 años: para abordar la pérdida de firmeza y elasticidad, usar productos con péptidos, retinoides y vitamina C. Hidratar con ácido hialurónico, ceramidas y ácidos grasos. Para manchas y pigmentación, utilizar niacinamida, ácido kójico y vitamina C.
- 50 años o más: durante la menopausia, tratar la sequedad y adelgazamiento de la piel con productos ricos en hidratación y aceites naturales. Para arrugas profundas, considerar retinoides y tratamientos intensivos como peelings químicos y terapias con láser. Para la pérdida de contorno facial, además de los productos tópicos, se puede recurrir a tratamientos dermatológicos como rellenos dérmicos o terapias con ultrasonido.
Siete pasos principales para realizar un skin care perfecto
De acuerdo con Marina Canseco, a la hora de realizar una rutina facial pueden asaltarnos muchas dudas respecto a que productos debemos utilizar y cuál es el orden que debemos seguir para sacarle el máximo partido. Por este motivo, la dermatóloga recomienda seguir siete pasos fundamentales por las mañanas:
- Limpieza facial con un limpiador especifico adaptado a nuestro tipo de piel, ya sea grasa, seca o sensible. Actualmente, existen múltiples opciones a nuestra disposición de varias texturas como, por ejemplo, leche limpiadora, mousse lavante o gel lavante.
- Si tienes un exfoliante, este sería el momento de aplicarlo, lo que permitirá retirar los detritus y células muertas de la superficie de nuestra piel. Debes tener en cuenta que dependiendo del tipo de exfoliante, quizás solo tengas que hacerlo una vez a la semana y no diariamente.
- Tras esta limpieza exhaustiva, debemos reequilibrar el PH de la piel utilizando un tónico facial, lo que te dará una sensación de confort muy agradable.
- Posteriormente, llega la hora de aplicar el sérum, que contenga antioxidantes como la vitamina C, para ayudar a contrarrestar la formación de radicales libres o bien con ácido hialurónico. Esto dará un extra de hidratación y luminosidad a nuestra piel.
- Si utilizamos contorno de ojos, este es el momento de aplicarlo con suaves masajes, ya que es una zona que hay que cuidar y mimar porque es donde se verán los primeros signos de envejecimiento.
- De lo último que añadiremos a nuestra rutina facial será la crema hidratante que mas se adapte a nuestra piel y sus necesidades, permitiendo mantener una hidratación óptima a lo largo del resto del día.
- Finalmente debemos acabar siempre nuestra rutina con un fotoprotector solar de factor 50, que permita protegernos contra el fotoenvejecimiento, las manchas solares y las posibles quemaduras en personas más susceptibles.
- Es importante recordar que debemos renovarlo a lo largo del día, para que su papel protector se mantenga en el tiempo
En cambio, durante la noche, Canseco explica que, a pesar de que debemos seguir un patrón parecido al de la mañana, es fundamental tener en cuenta que aquí añadiremos aquellas cremas de noche que, por sus componentes, como, por ejemplo, retinoides, deben utilizarse en horas donde no se exponga al sol.
“Lo ideal sería utilizar estas cremas de noche tras los sérum y antes de la crema hidratante. No obstante, en este caso no sería necesario acabar la rutina con el fotoprotector”, concluye la experta.