En los últimos días China está sufriendo uno de los rebrotes de coronavirus más importantes de los últimos meses. El gobierno quiere evitar a toda costa un confinamiento en Pekín, donde hace una semana se diagnosticaron más de cien casos en un solo día.
Las autoridades locales han insistido en que no quieren imponer un confinamiento como el de Shanghai, donde desde hace más un mes se está siguiendo una estrategia de covid cero, con un confinamiento muy estricto que está dando lugar a muchas quejas por parte de los ciudadanos.
El distrito de Chaoyang, donde se han detectado la mayoría de casos, es ahora una zona inusualmente tranquila, hay varios edificios sellados y las calles están prácticamente desiertas.
Las autoridades han anunciado que se han comprado reservas extra de alimentos y los supermercados emiten mensajes por sus altavoces asegurando que están bien abastecidos y que no habrá escasez de productos, algo que sí ocurrió en Shanghai.
Pekín ha pedido a sus ciudadanos que reduzcan al máximo posible las reuniones de grupo y que no abandonen la ciudad en los próximos días. Multitud de grupos turísticos han suspendido sus visitas a la capital y eventos como exposiciones, congresos, eventos deportivos, banquetes de boda o clases presenciales han quedado suspendidas.
Más de un mes de confinamiento en Shanghai
El confinamiento de Shanghai se estira ya, en algunos casos, hasta en seis semanas. El cierre de la ciudad más poblada de China ha provocado problemas de abastecimiento en numerosos hogares ya que se esperaba que el confinamiento durara solo unos días.
Los datos dicen que esta ola que está viviendo China es la peor desde la primera. Más de 300 millones de personas se encuentran bajo algún tipo de confinamiento, ya que la política de covid cero del país requiere un drástico cierre de fronteras, la limitación de movimientos dentro del país, tests masivos y cuarentenas.
