Rivera ha llegado puntual, a las once de la mañana, con el rostro serio que evidencia la frialdad de las relaciones entre ambos y ha sido recibido por el presidente en la escalinata del Palacio de la Moncloa con un apretón de manos.
Ambos, con traje de chaqueta azul, han acudido después a la Sala Tapies, presidida por las banderas de España y la Unión Europea donde han estado conversando sobre sus respectivas hijas -se escuchaba sobre todo hablar a Rivera- mientras los fotógrafos tomaban instantáneas del encuentro.
Esta primera toma de contacto que ha abordado el jefe del Ejecutivo, tiene el objetivo de establecer vías de diálogo para la gobernabilidad y tomar el pulso a las principales fuerzas de cara a la investidura.