Liderados por sus respectivos portavoces, Antonio Hernando y Alberto Garzón, PSOE e Izquierda Unida volverán a negociar bilateralmente como hicieron antes de que el dirigente de IU promoviera la mesa "a cuatro" -que incluía a Podemos y Compromís- y que tan solo llego a reunirse en dos ocasiones.
Fracasó la última vez hace una semana porque el PSOE se negó a acudir sin Ciudadanos, partido que había sido vetado por la formación morada. Sin embargo, ahora, el PSOE ha decidido ignorar ese compromiso sin que parezca importarle a su socio, Ciudadanos, que ha dicho no querer imponer "cordones sanitarios" en aras de un posible entendimiento.
Da la impresión de que a medida que se aproxima el 2 de mayo, fecha en la que se convocarán elecciones si no hay un acuerdo de gobierno, algunas fuerzas políticas están dispuestas a rebajar sus exigencias con el fin de evitar unos nuevos comicios.De momento, Garzón quiere explorar con los socialistas cualquier opción que permita un Ejecutivo "construido" desde la izquierda y no ve factible poner en marcha un Gobierno progresista con el partido de Albert Rivera.
Durante el mes de febrero, PSOE e IU mantuvieron un par de reuniones y Garzón logró la promesa socialista para reformar la ley electoral e ir a un sistema "mucho más proporcional".