A través de un comunicado conjunto, la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE), la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME), la Conferencia de Rectores de España (CRUE) y la Alianza de Centros Severo Ochoa y Unidades María de Maeztu (SOMMa), ha mostrado su alarma por la situación del sector.
Para estos expertos, cualquier partición del Ministerio actual --Ciencia, Innovación y Universidades-- implica "alejar el conocimiento de la centralidad política que se está imponiendo en Europa" y supone quitar fuerza al llamado 'triángulo del conocimiento' (investigación-innovación-educación) que tendrá "menos peso político".
"Fatalmente, cualquier fragmentación de competencias implica fragmentación de recursos", apuntan también los expertos. En este sentido, recuerdan que hay "voces autorizadas en Europa" que alertan "del error que puede suponer enfrentar investigación y universidades a la hora de la negociación presupuestaria". Una situación que, a su juicio, supondrá el estancamiento de la investigación, de las universidades, o de ambos.
Para la comunidad científica la competitividad de la ciencia de española "sólo podrá recuperar su línea ascendente si puede articular e impulsar la inmensa mayoría del conocimiento que este país ha demostrado ser capaz de generar". "Que deberá incluir, por supuesto, la Universidad, ya que educación superior, investigación einnovación son indivisibles", insiste.
También la Federación de Jóvenes Investigadores (FJI/Precarios) ha alertado de las consecuencias de esta decisión supondrá "más problemas burocráticos y menor coordinación", mientras que la Asociación Española para el Avance de la Ciencia (AEAC), es escéptica con las competencias que podría tener un Ministerio de Universidades, pues recuerda que "están absolutamente delegadas en las comunidades autónomas".
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