La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) insiste en que España debería aumentar el precio de los carburantes, pero con ayudas selectivas. Así, recomienda este aumento para que refleje "mejor" sus emisiones de gases contaminantes. España es uno de los países de Europa occidental con la fiscalidad más baja sobre los carburantes, sobre todo en comparación con Francia, Alemania, Italia, Reino Unido o Bélgica.
Los datos de 2018 revelan que más del 60% de las emisiones de CO2 en España tenían una imposición de al menos 30 euros por tonelada, cuando la media en la OCDE era del 50,4%.
Los autores del informe señalan que los planes de inversión ·bien desarrollados" en materia de ahorro energético, renovación de edificios y transporte sostenible deberían acelerarse.
La organización también recomienda a España a apoyar a los centros tecnológicos que realizan proyectos de investigación. De nuevo acuerdo con las cifras de 2018, las empresas en España dedican a investigación y desarrollo en las industrias de la información un 0,1% de su PIB, lo que supone la cuarta parte de lo que se consagraba de media en la OCDE.
"Going for Growth"
La edición de este año nombrada "Going for Growth" está enfocada a cuatro prioridades de reformas estructurales que pueden estimular el crecimiento económico, mejorar la productividad y disminuir las desigualdades, garantizando "una transición hacia un futuro descarbonizado".
En cuanto a la inteligencia artificial y sus retos, la OCDE aconseja cooperación entre las partes implicadas y los poderes públicos tanto a nivel nacional como internacional "para garantizar que esas herramientas potentes sean utilizadas en beneficio de todos".
